Cientos de personas se manifestaron en varias localidades de Jordania para solicitar al Ejecutivo que ponga fin a sus vínculos y al tratado de paz con Israel.

En las protestas, organizadas por las corrientes islamistas, izquierdistas y por asociaciones políticas que agrupan a la juventud jordana, los participantes reclamaron que se deje sin efecto el tratado de paz de Wadi Araba, firmado en 1994 entre Jordania e Israel, al que definieron como «desastre».

En Ammán, unos 200 activistas pidieron la expulsión del embajador israelí y quemaron banderas de Estados Unidos e Israel al grito de «Wadi Araba no es paz, Wadi Araba es rendición».

Integrantes de los Hermanos Musulmanes, por su parte, convocaron a una marcha en la que participaron unas 300 personas, desde la plaza Najil, en la que también solicitaron la ruptura de lazos con Israel al considerar que no está cumpliendo el tratado en todos sus puntos.

Los activistas señalaron que las protestas fueron convocadas en respuesta al nombramiento como primer ministro de Fayez Tarwane, una de las principales figuras durante la firma del tratado de paz, quien dijo que si se le volviera a presentar la oportunidad, volvería a respaldar el texto y la paz con los israelíes.

Los manifestantes exigieron también la dimisión del nuevo gobierno. Cientos de personas marcharon para expresar la falta de confianza en dicho ejecutivo y en su capacidad para llevar a cabo las reformas políticas.

Asimismo, se llevaron a cabo manifestaciones en las ciudades de Tafileh, Karak y Maan.

Tarwane, que es un político conservador conocido por su oposición a cualquier iniciativa reformista, formó gobierno el pasado miércoles, reemplazando a Awn Jasauneh, quien dimitió por las presiones para aprobar una reforma electoral que no satisface las demandas de la oposición.

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