El líder supremo de la República Islámica de Irán, ayatolá Ali Jamenei, señaló a Estados Unidos e Israel como enemigos irreconciliables de las naciones islámicas, en un sermón por la fiesta del Eid al Fitr, con la que los musulmanes celebran el fin del mes de ayuno de Ramadán.
Jamenei calificó a Israel de «amenaza para toda la humanidad» y puntualizó que «Mientras que el enemigo intenta sembrar la discordia entre los musulmanes, al magnificar las naturales discrepancias étnicas y religiosas, la comunidad islámica tiene que centrar sus esfuerzos en la unidad que procede de acuerdo con el Islam, el mantenimiento y fortalecimiento de la fraternidad y la desobediencia a las grandes potencias, encabezada por Estados Unidos».
El líder supremo se refirió a las confabulaciones de sus enemigos, y subrayó que los pueblos y los gobiernos islámicos, así como los intelectuales, entre otros, deben explicar la verdad a los musulmanes ya que las potencias hegemónicas están utilizando el método «divide y vencerás» con el fin de sembrar discordia entre las naciones que profesan el Islam.
En este contexto, Jamenei instó al mundo musulmán a «permanecer vigilante ante las cada vez más complicadas conspiraciones de los enemigos del pueblo islámico».
Sin embargo, el dirigente máximo del régimen de Irán aseguró que «los enemigos no serán capaces de superar la resolución de las naciones islámicas».
Además, Jamenei destacó que la cuestión de Palestina y Jerusalén constituyen el principal asunto del mundo musulmán.
«Todos los gobiernos musulmanes y las naciones islámicas así como las élites políticas y culturales deben estar vigilantes ante la peligrosa conspiración que busca desviar la atención de este tema central mediante la invención de realidades inexistentes», expresó.
Finalmente, Jamenei puso de relieve la importancia de la unidad musulmana y manifestó que la discrepancia entre los musulmanes es un veneno letal.
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