Estados Unidos endureció recientemente sus sanciones a Irán en un intento por lograr que Teherán abandone su programa nuclear con fines bélicos.

Las medidas restringen aún más el acceso de Irán a los beneficios por la venta de su propio petróleo, pero también se incluyen restricciones a los medios públicos del país.

«Esta es la última de una serie de acciones hostiles contra Irán», dijo el portavoz del ministerio de Exteriores, Ramin Mehmanparast.

Las sanciones de Occidente a Irán ya hicieron que los ingresos por petróleo cayeran en un 45% en los últimos nueve meses, según dijo un líder político nacional.

Gholam Reza Kateb, diputado de la comisión nacional de planeación y presupuestos, aseguró que toda la economía se estaba viendo afectada.

Las más recientes sanciones entraron en vigor esta semana de acuerdo a una decisión tomada por el Congreso de Estados Unidos hace seis meses. Las mismas rovocarán que el dinero que Irán logre de venta de crudo a nueve países que actualmente disponen de acuerdos con EE.UU tenga que depositarse en cuentas de dichas naciones.

Es decir, los pagos por petróleo iraní que compren China, India y Turquía se quedarán en dichos estados y no serán repatriados a la República Islámica. Ese dinero sólo podrá ser utilizado por Irán para comprar bienes de esos países.

Las instituciones financieras que negocien con Irán están en riesgo de ser expulsadas del sistema financiero estadounidense si rompen esas nuevas y estrictas condiciones.

El subsecretario del Tesoro de EE.UU, David Cohen, dijo que su gobierno seguirá intensificando las restricciones mientras Irán siga incumpliendo los llamados de la comunidad internacional sobre su programa nuclear.

Cohen agregó que las sanciones también tienen como blanco en Irán a aquellos responsables de absusos de derechos humanos, sobre todo a aquellos que niegan al pueblo iraní sus derechos básicos de expresión, asamblea y prensa.

Cabe destacar que las últimas medidas incluyen acciones que nada tienen que ver con el programa nuclear iraní, sino con esfuerzos de EE.UU por apoyar a la disidencia en ese país.

EE.UU aplicará sanciones contra la televisora estatal iraní y su director, Ezzatollah Zarghami, por emitir confesiones logradas a la fuerza de detenidos políticos, así como por interferir en la señal de canales extranjeros.

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