Las gestiones de la ONU sobre el conflicto en Siria entran en una semana de intensos contactos sobre una eventual apertura de negociaciones entre el gobierno y la oposición que opera en el extranjero.
Esa posibilidad cobró fuerza durante los últimos días con varias acciones del enviado especial de Naciones Unidas para esa crisis, Lakhdar Brahimi, quien insistió en la necesidad de concretar esas pláticas.
Al mismo tiempo, el ministro sirio de Estado para la Reconciliación Nacional, Ali Haider, dijo en Damasco que la mesa de diálogo nacional sólo puede ser celebrada dentro del territorio nacional y por gestión y participación de los propios sirios.
Haider expresó la disposición de las autoridades a conversar con cualquier personalidad siria que se encuentre en el exterior y rechace la intervención extranjera, las exclusiones y los sectarismos.
Brahimi y la alta dirección de la ONU impulsan desde hace varias semanas la figura del líder de la Coalición Nacional de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Sirias, Moaz al-Khatib.
El jefe opositor dijo estar listo para conversar con el gobierno «fuera de Siria y bajo ciertas condiciones», entre ellas la salida del poder del presidente Bashar al-Assad.
Al respecto, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, reiteró su interés en «un cambio real y una clara ruptura con el pasado como parte de la solución en Siria».
Al Khatib y Brahimi acaban de reunirse en El Cairo, tras lo cual el mediador ofreció «propuestas de la ONU», sin precisar dónde, para el arranque de los eventuales contactos.
No obstante, el ministro de Información de Siria, Omran al-Zoub, calificó de falsos e ilusorios los llamados al diálogo hechos por la oposición siria en el exterior, por tratar de imponer términos propios, condiciones y agendas predeterminadas.
«Cualquier plática condicionada es una pérdida de tiempo y una fallida apuesta por hipotéticos virajes sobre el terreno», precisó.
La creciente actividad diplomática en torno al conflicto está marcada además por la visita que el secretario general de la Liga Árabe, Nabil El Áraby iniciará mañana a Rusia, uno de los países clave para la solución de la crisis.
Moscú también recibirá en los próximos días al canciller sirio, Walid Moualem.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, reiteró la necesidad de eliminar cualquier precondición o pretexto para poder avanzar hacia un arreglo en Siria, en especial en lo relativo a que Bashar al-Assad abandone el poder.
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