El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, se declaró dispuesto a aceptar, en el marco de un acuerdo de paz, una presencia militar israelí en Cisjordania durante un período de transición de tres años.
Abbás aclaró en ese sentido que «las fronteras de un Estado palestino quedarán finalmente en las manos de los palestinos y no del Ejército israelí».
El mandatario de la AP sostuvo además que «no es serio quien habla de un período de transición de una década».
En una entrevista filmada especialmente para la reunión anual del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS), en Tel Aviv, Abbás agregó que estaría dispuesto a la presencia de una tercera parte que asumiera la responsabilidad de la seguridad tras el retiro israelí, para «aplacar nuestras ansiedades y las de Israel».
Para ese objetivo, Abbás sugirió a la OTAN como una entidad apropiada. En cambio, rechazó la propuesta del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, sobre un control de seguridad «exclusivo y a largo plazo» por parte de Israel en el Valle del Jordania.
Sin embargo, dijo que le transmitió al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que la Autoridad Palestina podría aceptar un acuerdo compartido por Israel y Jordania durante los tres años sucesivos al acuerdo de paz.
Ante el analista político israelí, Gilad Sher, Abbás recalcó que «esta oportunidad para la paz podría no regresar», y agregó que un «acuerdo definitivo con nosotros otorgaría a Israel el reconocimiento de 57 Estados árabes y musulmanes, de Mauritania a Indonesia».
Abbás insistió en que hay un camino abierto para llegar a un acuerdo que permita la existencia de dos Estados, con fronteras seguras, con refugiados retornados y con Jerusalén Este como capital del Estado palestino, requisitos que considera inevitables para la paz.
«Primero, la visión de los dos Estados debe convertirse en una realidad, aceptado que el Estado de Israel debe existir junto al Estado palestino dentro de los límites de 1967, con fronteras estables y seguras», indicó.
«La segunda condición importante es que Jerusalén Este sea la capital del Estado palestino. Jerusalén deberá ser una ciudad abierta a todas las religiones y debe haber acuerdos entre las dos partes», añadió.
Consciente de que una de las principales preocupaciones de Israel es la seguridad en el interior del nuevo Estado y la posible acción de organizaciones terroristas, Abbás subrayó que Hamás, que controla en Gaza, no supondrá un obstáculo.
Hamás no es un problema. Simplemente dejen que nosotros nos ocupemos de él», propuso antes de explicar que «firmaremos un acuerdo en nombre de toda la nación palestina, en Cisjordania, en Gaza y en la diáspora».
«Queremos la paz con Israel. Queremos que la gente de Israel viva segura en su Estado y que los palestinos también vivan en un Estado independiente», dijo antes de tender la mano para un encuentro con Netanyahu.
«Quiero entrevistarme con Netanyahu, en cualquier momento y en cualquier lugar», aseguró.
«No descarto la posibilidad de que Netanyahu hable ante nuestro Parlamento o que yo hable en la Knéset. El asunto debe ser estudiado», aseveró.
Notas relacionadas:
Abbás: «No descarto posibilidad de hablar en la Knéset»
Netanyahu a Abbás: «Venga a Jerusalén; yo iré a Ramallah»
Peres: «Abbás, un socio serio que quiere paz»