Chuck Hagel, el ex senador norteamericano designado por el presidente Barack Obama como secretario de Defensa y al que sólo le resta recibir confirmación del Senado, prometió su apoyo total a Israel luego de que algunos legisladores criticaran su visión de Oriente Medio.
«No hay un ápice de evidencia de que yo sea anti-israelí; ningún voto mío que muestre que haya perjudicado a Israel», afirmó el ex legislador republicano a «The Lincoln Journal Star», el periódico local del Estado del que proviene, Nebraska.
Ni Hagel ni Obama entraron en la polémica cuando fue nombrado en la Casa Blanca. Pero el rotativo de Nebraska citó que el ex senador, famoso por su discurso directo, dijo que sus críticos «habían distorsionado completamente su historial».
Hagel afirmó que, hasta que su nombramiento fue anunciado había «sido dejado en tierra de nadie, incapaz de responder a acusaciones, falsedades y distorsiones» y que él había mostrado «apoyo total e inequívoco a Israel».
Los legisladores proisraelíes denunciaron a Hagel, que fue acusado de antisemitismo, por sus comentarios en el pasado sobre el lobby judío AIPAC, que intimidaron a miembros del Congreso y afirmaron: «Él no es un senador israelí».
Los críticos de Hagel también lo acusaron por oponerse a las sanciones económicas contra Irán, aunque el político se defendió afirmando que se opuso a sanciones impuestas únicamente por Estados Unidos, porque no funcionaban.
Obama destacó la «independencia y compromiso de consenso» de Hagel y su «reconocimiento de que en lo que se refiere a la defensa de nuestro país no somos demócratas o republicanos, somos estadounidenses».
Además de la transferencia del control de la seguridad en Afganistán para 2014, Hagel deberá dirigir los recortes presupuestarios en los gastos de Defensa en una época de «duras decisiones fiscales», según la definió Obama.
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