Responder a la maldad con maldad permite potenciar la alevosía. El problema radica en que demasiadas personas ingenuas en el mundo piensan que la guerra contra el terrorismo incrementa la maldad.
"Hoy ha muerto mamá. O quizás ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: 'Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias'. Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer".
Así comienza el libro "El extranjero" de Albert Camus (foto), uno de los grandes escritores de Francia. Hace algunos días, el 4 de Enero, se cumplieron 50 años de su muerte.
"El extranjero", la expresión más importante de la teoría del existencialismo de Camus; lo leí en la escuela secundaria. Desde entonces no volví a a leer algo tan profundo. En Francia, incidentalmente, es un alegato muy poco original.
En 2002, durante el transcurso de una visita a Irak, me encontré en compañía de un grupo de franceses: unos se definían humanistas, otros simplemente curiosos (según mi definición) y algunos, seguidores del "Frente Nacional" de Jean Marie Le Pen.
El grupo deseaba expresar personalmente su apoyo al Irak de Saddam Hussein y al pueblo que sufría el embargo internacional. Entre los miembros había también un notario francés, Pierre Tattoo. En ese entonces, Tattoo era un joven de 82 años y sólo en ocasiones no se lo veía sonreír. Su ambición por la vida era de lo más optimista que encontré en mi camino.
Las conversaciones con Tattoo eran apasionantes. Amor, política, razismo, bebida, mujeres; sobre todo mujeres. Pero también mucho sobre Camus. Tattoo fue el notario de Albert Camus. Conoció muy bien a la familia y estuvo a su lado en los momentos trágicos de su muerte.
Durante mis expediciones no acostumbraba a relacionarme con eventuales compañeros de viaje. Tattoo era diferente. Me encariñé con él. Creo que fue mutuo. A sus 84 años me visitó en París. Después de explicarle que no soy Lorraine de Irak, sino Boaz de Israel, hablamos también sobre terrorismo. Y si de eso se trata, imposible olvidarnos de Camus.
Camus aborrecía el terrorismo de la misma manera que odiaba la Argelia francesa. En Diciembre de 1949 se estrenó su obra "Los justos" en la cual analizaba las implicaciones morales del terrorismo en pro de un objetivo justo a través de la narración del asesinato del duque Sergei Romanov en 1905. La obra comienza en un pequeño departamento en el que se juntan los terroristas que van a atentar contra el duque. Mientras conversaban, uno de ellos preguntó quién puede ser considerado un buen terrorista.
El primer intento del magnicidio falló. Yanek, uno de los miembros de la célula, vió a los pequeños hijos del duque en la carroza y no se atrevió a arrojar la bomba. El fracaso le originó un duro enfrentamiento con sus compañeros. "Nosotros matamos para construir un mundo en el que nadie más asesinará. Seremos criminales para que el mundo se llene de inocentes", se defiende Yanek. ¿Cómo es posible?
La elección de Obama a la presidencia de EE.UU estaba destinada a conducirnos a una etapa diferente. Pero Enero de 2010 comenzó nuevamente con escenas dramáticas en los aeropuertos. La carroza del duque se transformó en aviones de pasajeros, Yanek fue sustituido por Omar Faruk Abdul Mutallab, el nigeriano que intentó explotar el avión de Detroit.
Yanek de Camús pensó en los niños, en los inocentes; Abdul Mutallab y sus emisarios piensan sólo en la muerte sin discriminaciones.
En su obra "La peste" Camus escribe: "Cuando estalla la guerra, la gente dice: ésto no va a durar mucho tiempo, es demasiado tonto". En realidad no cabe duda que la guerra es una tontería, pero eso no significa que no continuará. Las almas no claudican nunca. Si el hombre sólo pensara en sí mismo también controlaría esto.
Hoy en día, cuando se cumplen 50 años de su muerte y cuando muchos valoran su apoyo a la lucha por la liberación de Argelia, es importante recordar que Camus explicó que responder a la maldad con maldad permite potenciar la alevosía. Pero el problema radica en que demasiadas personas ingenuas en el mundo piensan que la guerra contra el terrorismo incrementa la maldad.
Fuente: Israel Hayom - 11.1.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il