El embajador argentino ante la ITF (International Task Force), Jorge Elbaum, afirmó que «el objetivo del Estado argentino, al participar de la ITF, es hacer propio el relato de las víctimas del nazismo para que no sean asesinadas dos veces: una por la Shoá, y otra por el olvido».
El 27 de enero fue la fecha elegida por Naciones Unidas - tras una resolución del 1 de noviembre de 2005 - para conmemorar el Día Internacional de Recordación del Holocausto, porque ese día del año 1945 el ejército soviético liberó el mayor campo de exterminio nazi, Auschwitz-Birkenau, en Polonia.
En esta ocasión, el acto central recordatorio en Argentina se realizará el lunes 28 en el Salón de Actos del Banco Nación bajo la consigna «Quien salva una sola vida, es como si salvara el universo entero».
Ante este acto, Elbaum - flamante embajador en representación de la cancillería ante la ITF o Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto - sostuvo que «Argentina se incorporó en el marco del debate sobre los procesos genocidas del nazismo también para debatir la influencia sobre los ejecutores de los planes de desaparición forzada en nuestro país, durante la dictadura».
«La Shoá y los procesos genocidas no son capítulos independientes de la historia de la modernidad. Son construcciones históricas emparentadas por lógicas que no son ajenas a tensiones actuales o futures», explicó Elbaum. Y reflexionó que «es indudable que la especie humana no está liberada de futuras situaciones genocidas».
«Recientemente, en África y en los Balcanes, existieron situaciones genocidas que incluyeron matanzas de niños, violaciones, secuestros, desapariciones y violaciones estatales de los derechos humanos», ejemplificó y advirtió que «hacer presente la Shoá, en estos casos, no es sólo un movimiento para reivindicar la memoria o a sus víctimas; es un llamado de atención ante la posibilidad de volver a caer en las formas más trágicas y perversas de la historia».
Elbaum recordó que bajo estas consignas, el capítulo local de la ITF - conformado por la cancillería, y los ministerios de Educación y de Justicia y Derechos Humanos - tiene ese cometido: «hacer la rememoración no sólo de un problema del pasado, sino un debate actual de lo que nos puede volver a suceder si no estamos atentos sobre ciertas tentaciones de la crueldad humana».
Argentina, el único país latinoamericano participante, se incorporó a la Task Force en el 2002, «en el marco de un debate sobre la influencia de los procesos genocidas implementados por el nazismo y sus paralelos e influencias sobre los ejecutores de los planes de desaparición forzada en la Argentina durante la dictadura».
«En la organización del capítulo local participan representantes de los tres ministerios, quienes coordinan la actividad local e integran a organizaciones de la sociedad civil y académicos para difundir e investigar la Shoá y los procesos genocidas que la acompañaron», explicó Elbaum.
Bajo ese paraguas, el Estado nacional desarrolla actividades de formación docente, elabora publicaciones de referencia y difunde actividades.
«Este año vamos a trabajar en la articulación de todo lo que se hace, en el mejoramiento de la capacitación docente, en la difusión en América Latina de las actividades del organismo, y en el mejoramiento de la articulación entre la sociedad civil y el Estado», agregó.
También trabajarán en la articulación con grupos que fueron víctimas de la maquinaria nazi, en la revalorización, reconocimiento y difusión de los combatientes antifascistas; en el mejoramiento de las actividades museísticas, en la articulación con diferentes organismos de derechos humanos de Argentina y profundizando la idea de que los grupos asesinados por los nazis excedió a la población de fe judía.
Consultado sobre cómo se actualizan, según la Task Force, los conceptos de violencia racial, étnica y la intolerancia en el mundo actual, Elbaum explicó que «en todos los capítulos de la ITF en el mundo surgen los mismos debates que en los ámbitos políticos y académicos. Algunos de ellos implican preguntarse sobre la continuidad de los procesos genocidas y sobre las particularidades que se han dado en cada sitio».
Elbaum advirtió que los países integrantes de la ITF «consideramos que toda práctica que genere prejuicio, estigmatización y cosificación, supone el punto de partida de una posible violación a los derechos humanos».
«Desde un plano más específico, pensar sobre genocidio y Holocausto permite resignificar una temática que posee actualidad política y geopolítica. Todavía hoy existen amenazas de genocidios latentes y, por lo tanto, necesidad de prever y limitar los procesos que puedan llevar derivar en situaciones de criminalidad estatal», ratificó el funcionario.
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