En un clima de creciente tensión diplomática con Israel, el Gobierno argentino rechazó en duros términos el pedido de explicaciones del Ejecutivo hebreo por el acuerdo que el país sudamericano firmó con Irán para iniciar una investigación sobre el atentado a la AMIA ocurrido en Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos.
El ministerio de Exteriores israelí comunicó que el embajador de Argentina, Carlos García, fue informado del «asombro» de Israel y de su «profunda decepción» por la decisión, argumentando sus dudas sobre las probabilidades de que se haga justicia.
Buenos Aires respondió a la queja formal hebrea, asegurando que «dicha citación para reclamar explicaciones sobre decisiones soberanas de la República Argentina es un acto impropio que provocó una profunda decepción».
Según la cancillería argentina, la queja «va en contra de las tradicionales relaciones de amistad que existen entre ambas naciones».
«El atentado sufrido por el pueblo de nuestra patria el 18 de julio de 1994 no involucró a ningún ciudadano israelí. Las víctimas fueron en su gran mayoría ciudadanos argentinos e incluyen a seis ciudadanos bolivianos, dos polacos y un chileno», indicó la cancillería en un comunicado.
Antes de enviar el comunicado, el ministro de Exteriores argentino, Héctor Timerman brindó una conferencia de prensa en la que informó sobre una reunión que mantuvo con las autoridades de AMIA y DAIA y con familiares de las víctimas del atentado.
«Me alegro que estemos trabajando juntos con la AMIA y con la DAIA para aclarar todo lo que sea necesario», celebró el canciller al minimizar los cuestionamientos.
«Es un gesto de ignorancia y de mala fe los que dicen que estamos cediendo soberanía, el juicio continúa en Argentina con un juez argentino y un fiscal argentino», afirmó.
El presidente de AMIA, Guillermo Borger, quien un día antes había cuestionado categóricamente el acuerdo con Irán, se mostró sorpresivamente satisfecho tras la reunión con Timerman.
«El canciller contestó a todas nuestras preguntas y prometió suscribir él en persona, y probablemente con la presidenta Cristina Fernández, un documento anexo que aclare estas dudas», afirmó.
El ministerio de Exteriores de Israel había señalado que apenas se iniciaron los contactos entre Argentina e Irán solicitó ser informado del desarrollo de las conversaciones, pero no recibió ninguna respuesta por parte de las autoridades argentinas. «Israel se muestra lógicamente preocupado por este asunto», añadió el comunicado de la cancilería hebrea.
Fuentes gubernamentales argentinas daban por hecho que se daría a Israel «todas las explicaciones que sean necesarias». Sin embargo, la respuesta oficial fue de rechazo y duras críticas.
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