«La misma célula terrorista iraní que perpetró el atentado a la AMIA en Argentina en 1994 habría sido la que preparó el frustrado ataque al aeropuerto de Nueva York en el 2007», así lo aseguró el fiscal Alberto Nisman, que trabaja en el caso del atentado a la mutual judía en Buenos Aires.
Nisman estuvo en el foco de la prensa esta semana al acusar a la República Islámica de Irán de instalar redes de inteligencia en varios países de América Latina para patrocinar atentados terroristas en la región.
«En julio de 1994 atacaron con explosivos la sede de la AMIA en Buenos Aires en donde murieron 85 personas y más de 300 resultaron heridas. Por otro lado, en junio de 2007 las autoridades de Estados Unidos frustraron un atentado al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York que había sido planeado en Guyana», señaló Nisman.
«Estos dos hechos están separados por el tiempo y la distancia pero tienen un responsable en común: la República Islámica de Irán», denunció el fiscal argentino.
«¿Qué nos llamó la atención? Que se trate de dos países tan distintos y tan disimiles como Argentina y Guyana, la estación de inteligencia, los mecanismos de infiltración, la gente que había llegado, los pasos seguidos que eran prácticamente idénticos, cosa que fue una primera alerta, ya no se trataba de un sólo atentado», aseguró Nisman.
El fiscal sostuvo en un extenso dictamen que ambas operaciones son parte de un plan de Irán para exportar la revolución islámica a América Latina y patrocinar actos terroristas.
«Hemos visto que en países de América Latina, concretamente en Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Colombia algunos puntos de esa matriz, de ese modelo de infiltración terrorista que se estaba replicando» agregó.
«La infiltración se hizo a través de sedes diplomáticas de Irán. Cada embajada se convirtió en una estación de inteligencia», añadió el fiscal.
Según el magistrado, el atentado a la AMIA y el intento de volar los tanques de combustible del aeropuerto de Nueva York tienen además en común a un clérigo iraní.
«Obtuvimos también nuevas evidencias que nos permiten fortificar y robustecer la imputación contra Irán en general y contra Moshen Rabbani que era el ex consejero cultural de la embajada iraní en Buenos Aires», amplió.
Según el fiscal, los participantes en el frustrado ataque a la terminal aérea de Nueva York eran seguidores de Rabbani.
El pasado miércoles 29 de mayo Nisman informó que firmó un dictamen para presentar ante el juez Rodolfo Canicoba Corral en el que acusó judicialmente a Irán de instalar bases de espionaje destinadas a cometer, fomentar y patrocinar atentados terroristas en países de América Latina.
Una copia del dictamen fue remitida como exhortó a los poderes judiciales de Brasil, Paraguay, Chile, Colombia, Guyana, Trinidad Tobago y Surinam, países donde «existen fuertes y concordantes indicios de que dicha infiltración e instalación de bases de espionaje se llevaron a cabo», según el fiscal.
Nisman agregó que libró oficio a Interpol para requerir que se extremen los recaudos para potenciar los mecanismos para lograr la detención de la totalidad de los ocho acusados por el atentado a la AMIA, con o sin circular roja, a pedido del juez Canicoba Corral hace cinco años y medio.
Entre los imputados figuran el actual ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, y el ex jefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai, ambos candidatos para las elecciones presidenciales del próximo 14 de junio, además del ex presidente Alí Rafsanjani y el ex consejero cultural iraní en Argentina, Moshen Rabbani.
«La lista de acusados incluye también al libanés Samuel Salman El Reda, que tenía nacionalidad colombiana en base a una partida de nacimiento falsa, según se descubrió en esta investigación», aseveró Nisman.
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