La última vez que Suha Arafat estuvo en el centro de la atención internacional fue a comienzos de noviembre de 2004 cuando protagonizó una dura confrontación con el liderazgo palestino junto a su agonizante marido, Yasser Arafat, en un hospital de París.
Escudándose en la ley francesa, Suha no permitió el acceso al moribundo antes de llegar a un arreglo económico con los dirigentes de la Autoridad Palestina. Finalmente ambas partes llegaron a un acuerdo mediante el cual la señora Arafat habría de recibir una asignación anual de 22 millones de dólares.
Muchos observadores se preguntaron si realmente necesitaba ese dinero ya que tenía acceso a la fortuna de su marido, formada con donaciones de las Naciones Unidas, Europa y países árabes al pueblo palestino, de las que Arafat siempre hizo un uso discrecional. Un ex ministro de Finanzas de la OLP, Jawid al-Ghussein estimó el imperio económico de Arafat entre 3.000 y 5.000 millones de dólares.
La vida posterior de la famosa viuda llamó mucho menos la atención que en esos dramáticos momentos, pero no dejó de tener aspectos muy interesantes. Desde la muerte de Arafat el 11 de noviembre de 2004 hasta agosto de 2007, Suha Arafat vivió junto a su hija Zahwa en Túnez donde estableció estrechos vínculos con el presidente Ben Alí y su esposa.
A mediados de agosto de 2006 circuló ampliamente en el Medio Oriente la noticia de que Suha se había casado en secreto con el cuñado del presidente de Túnez, Lahash al-Trabulsi. Según publicó entonces el diario israelí "Yediot Aharanot", Al-Trabulsi, hermano de Leila Ben Alí, esposa del presidente tunecino Zine el Abidín ben Alí, se había divorciado hace unos meses para casarse con Suha. El casamiento parece haber sido motivado por un claro interés económico. Suha, con asesoramiento del matrimonio presidencial y de su flamante esposo invirtió unos 40 millones en Túnez, obteniendo la naturalización como ciudadana tunecina en setiembre de 2006.
Sorpresivamente, el 16 de agosto de 2007, según lo informó el diario árabe de Londres "al Quds al Arabi" , un decreto oficial tunecino señaló que la viuda de Yasser Arafat había perdido la nacionalidad tunecina pero no indicó razones. Otro diario árabe publicado en Londres "Al Hayat" reveló que desde hace varias semanas, Suha Arafat había abandonado Túnez para establecerse en Malta.
Según un blog árabe en Internet (thepeoplevoice.org) la causa del conflicto de Suha con sus amigos de la cúpula tunecina, habría sido que ella habría retirado sus inversiones de Túnez. Más tarde, la prensa tunecina informó que la razón que motivó la expulsión fue un conflicto entre ella y sus socios en distintos emprendimientos en el país.
El 17 de octubre de 2007, el "Yediot Aharonot" de Israel citando al diario "Al Quds al Arabi" de Londres informó que el líder libio Moammar Kadafi compró una residencia para Suha Arafat en la capital de Malta, La Valetta. Según fuentes palestinas de Ramallah citadas por el diario árabe de Londres, la casa tiene un valor de un millón de euros y está situada en uno de los barrios más caros de la ciudad. Además Kadafi proporcionó a Suha Arafat y a su hija, tres guardaespaldas para protegerlas.
Pero aparentemente, su nueva casa no fue un estímulo suficiente para arraigarse en la isla del Mediterráneo. En declaraciones para "Al-Hayat" de Londres el 2 de enero de 2009 manifestó: "Quiero volver a Palestina, a Ramallah. Mi vida y la de mi hija en la diáspora se ha vuelto intolerable. Perdimos seguridad y tranquilidad cuando Abu Ammar (apodo de Yasser Arafat) nos dejó. Cada día que pasa siento aburrimiento y tristeza".
La última información que hemos podido obtener data del 17 de febrero de este año y proviene del diario "The Malta Independent" en la versión en Internet. Bajo el título "Suha Arafat desmiente rumores de un acuerdo económico", el diario informa que la viuda del extinto jefe palestino desmintió haber sido exilada en Malta a cambio de un "colosal" acuerdo por el cual recibiría 80 millones de dólares anuales de la Autoridad Palestina.
En una carta publicada en el diario maltés, Suha niega la veracidad de informaciones publicadas en la prensa israelí, según la cual el acuerdo con la Autoridad Palestina estipulaba que ella no divulgaría ninguna información sobre la vida de su esposo y que nunca dejaría "su lugar de exilio en la isla de Malta" a cambio de 80 millones de dólares anuales.
La versión desmentida añade que si ella quebrara estas condiciones, perdería la asignación acordada. Del mismo modo, se habría comprometido a no viajar a Túnez para reclamar un archivo secreto dejado por su extinto esposo en esa ciudad que contiene abundante información sobre las vidas privadas de líderes mundiales, dirigentes israelíes, árabes y musulmanes, políticos, generales, grandes hombres de negocios y sus familias.
Replicando a estas acusaciones, la Sra. Arafat, insiste en que nunca hubo ningún acuerdo con el Sr. Abbás sobre las propiedades de su esposo y que nunca le fue "asignado el colosal estipendio de 80 millones de dólares anuales".
Asimismo dijo que no tiene ninguna clase de restricciones para viajar y entrar y salir de Malta. En cuanto al archivo secreto, Suha Arafat dijo que no tiene nada que ver con él ya "que es propiedad de la Autoridad Palestina y del pueblo palestino".