Al concluir su visita anual, los obispos americanos y europeos de la Coordinación de Tierra Santa, exhortaron a las autoridades políticas de Israel y la Autoridad Palestina a superar sus diferencias y conseguir un acuerdo de paz para sus habitantes independientemente de su religión.
"Los líderes políticos de ambas partes necesitan mostrar valentía, determinación y creatividad de manera que se concrete la esperanza de la mayoría para realizar una pacífica cohesión en la fidelidad a sus seres judíos, cristianos y musulmanes", expusieron.
La delegación dirigida por el Nuncio Apostólico en Israel y Chipre y Delegado Apostólico en Jerusalén y la Autoridad Palestina, Monseñor Antonio Franco, se reunió en Jerusalén del 8 al 12 de enero para llevar apoyo a los cristianos de la región. Participaron del evento ocho obispos procedentes de Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia y España, así como otros sacerdotes y laicos.
El Consejo de la Conferencia Episcopal de Europa dio a conocer el comunicado final donde los obispos concluyeron que la fe de los cristianos en Tierra Santa "es un ejemplo", a pesar de "haber escuchado y visto con nuestros propios ojos que la inseguridad, el miedo y la frustración dominan la vida de las personas en este territorio" y advirtieron que la realización de un acuerdo negociado es urgente.
"Este diálogo está amenazado y puesto en compromiso por el extremismo y la intolerancia de muchos, cuyos signos son demasiado evidentes en las relaciones judiciales y acciones en el mundo actual", agregaron.
Los obispos enunciaron que la situación es "preocupante para ambas partes" y llamaron al Estado de Israel y a la Autoridad Palestina a "la tolerancia y a un liderazgo creativo y valiente, capaz también de mostrar perdón y humildad, y de promover una pacífica coexistencia".
Los prelados explicaron que es hora de responsabilizarse con la paz y el bien común, y deploraron que "culpar al otro es una abdicación de responsabilidad y un fallo de autoridad" y manifestaron su condición de ser pro-israelíes y pro-palestinos", lo que significa "estar a favor de la justicia de todos". "El fruto será una paz duradera", afirmaron.
Además, los obispos se hicieron eco de las palabras que el Papa Benedicto XVI dirigió al cuerpo diplomático el pasado 9 de enero al expresar su esperanza de que este diálogo "continúe hasta que llegar a una paz duradera, que garantice seguridad y reconocimiento internacional".
La Coordinación apoya numerosos signos que evidencian la realidad de la fe, tales como la Asamblea de las Iglesias para el Sínodo de Oriente Medio; el aumento de los peregrinos; la cooperación interreligiosa vista en Galilea ejemplo para todos; los proyectos residenciales del Patriarcado y de la Custodia de Tierra Santa; o los esfuerzos humanitarios dentro del campo de la instrucción y de la cultura de las organizaciones católicas en el compromiso sostener las comunidades locales.
Finalmente, reconocieron los progresos en las negociaciones entre la Santa Sede e Israel, "que nos hace esperar una solución cercana".