El embajador norteamericano en Israel, Daniel Shapiro, visitó a finales de enero la fábrica armaduras Plasán para aprender acerca de la empresa que le salvó la vida a innumerables soldados estadounidenses en Irak y Afganistán.
Plasán fue contratada para ayudar a proteger a los soldados norteamericanos que sirvieron en Irak y Afganistán, al aumentar la producción de kits de blindaje para Humvees y vehículos resistentes a minas.
Según informó Shapiro, «los kits de blindaje fueron fundamentales para salvar la vida de miles de soldados, marineros, marines y aviadores norteamericanos, al enfrentar la amenaza de artefactos explosivos improvisados y ataques con misiles.
Durante su visita al kibutz Maagán Mijael, donde se encuentra la empresa, el embajador tuvo la oportunidad de leer muchas cartas enviadas a los directivos de Plasán por parte de padres norteamericanos, en las que agradecían por la eficacia de los trajes blindados que salvaron la vida de sus hijos.