El pasado miércoles, un soldado de la División Judea y Samaria de Tzáhal perdió contacto con sus compañeros durante un operativo en el pueblo de Budrus, cerca de Ramallah.
Durante el operativo, los residentes locales comenzaron a lanzar piedras a los vehículos que transportaban a las fuerzas del Cuerpo de Blindados que ingresaron a la aldea en una actividad de rutina.
Por una razón que aún se desconoce, algunos de los soldados salieron de sus jeeps y uno de ellos perdió el contacto con su batallón sin ser advertido por sus compañeros.
Afortunadamente, el gendarme no resultó herido y los residentes palestinos lo escoltaron fuera de la aldea donde se reunió con su escuadrón.
Cabe señalar que el protocolo estándar durante una acción establece que los soldados deben mantener contacto visual con su fuerza, y en el caso de que uno de ellos pierda de vista a sus camaradas, debe esperar hasta ser hallado.
Por su parte, un vocero de Tzáhal confirmó los hechos y señaló que el incidente aún esta siendo investigado por el Ejercito israelí.