Por su parte, el Rabino Shmuel Rabinovich, presidente de la fundación y la autoridad que preside en el Muro Occidental, fue notificado de la cuestión por un grupo de judíos que ingresaron a e-Bay y vieron dicha oferta.
Inmediatamente, Rabinovich se contactó con e-Bay y solicitó que se eliminara la publicación.
El Rabino calificó la venta de las piedras como un sacrilegio explícitamente prohibido en la Torá y una violación a las leyes que protegen las antigüedades.