Israel no responderá con contundencia a los ataques cometidos contra sus Embajadas en India y Georgia, pero castigará en su momento a los autores, confirmaron fuentes del ministerio de Exteriores al diario israelí «Haaretz».

Dicha fuente se manifestó en la misma línea que el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, quien afirmó que «Irán está detrás de los ataques  porque es el mayor exportador de terrorismo del mundo».
Por su parte, el funcionario de la Cancillería aseguró que las acusaciones esgrimidas por Netanyahu han fueron corroboradas por dos informes de la Inteligencia israelí y por diversas pruebas recogidas en las inmediaciones de las Embajadas en Nueva Delhi y Tbilisi.

«Hay alertas generales todo el tiempo y avisos específicos de otros países, pero no en Nueva Delhi, ni en Tbilisi», puntualizó la fuente de. «Está claro para nosotros que Irán está detrás de los ataques, si bien todavía no se clarificó si está directamente implicado o a través de Hezbolá u otra organización», añadió.

No obstante, afirmó que Irán se vio obligado a atacar estos objetivos porque tenía que descartar otros más prestigiosos debido a las altas condiciones de seguridad que rodean a las sedes diplomáticas israelíes y a la labor de los servicios de Inteligencia.

Después de los ataques, varias Embajadas israelíes en países considerados de alto riesgo cerraron de forma temporal e instaron al personal diplomático a retornar a su casas para minimizar el riesgo de más atentados. No obstante, la alerta permanece en su más alto grado, puesto que las autoridades hebreas no descartan que se produzcan más ataques. Entre otras medidas, Israel solicitó a su personal en las Embajadas que no utilicen sus vehículos oficiales hasta que no sean inspeccionados previamente por fuerzas de seguridad.

Los atentados, que se saldaron con un herido en Nueva Delhi, levantaron contundentes reacciones desde el Gobierno de Israel. El ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, enfatizó que este doble atentado con bomba, fallido en el caso del de Georgia, demuestra las amenazas que afronta Israel.

Poco después, el primer ministro, Binyamín Netanhayu, acusó a Irán de estar detrás de los ataques, a lo que el embajador de Irán en Nueva Delhi, Mehdi Nabizadeh, respondió que tales acusaciones son «puras mentiras» y el portavoz del ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, reprochó, aduciendo que «Israel los perpetró para lanzar una guerra psicológica contra Teherán».

Los atentados se registraron en un contexto de creciente tensión entre Irán e Israel, en vistas a una posible guerra entre ambos países, provocada por el programa nuclear iraní.

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