Natán Eshel, jefe de gabinete del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, dejará su cargo el próximo 1 de marzo y se declarará culpable de los delitos de incapacidad para el servicio público y violación de la disciplina funcionarial por un caso de acoso sexual perpetrado contra una de sus subordinadas.
Eshel alcanzó un acuerdo para poner fin al proceso judicial por el que admite su culpabilidad y renuncia de por vida a volver a ocupar un trabajo en el sector público, según publicó el diario israelí «Haaretz».
La denunciante, también trabajadora de la oficina del primer ministro, sostiene que Eshel la siguió, accedió a sus correos electrónicos privados y le hizo fotos de naturaleza sexual.
Hasta 16 testimonios respaldan su versión, aunque la propia implicada, R., no quizo testificar.
El fiscal general israelí, Yehuda Weinstein, destacó que este caso y su resolución son un mensaje para todos los funcionarios, incluidos los altos cargos: no se tolerará ningún acto similar al expuesto.
Por su parte, Netanyahu agradeció a Eshel por sus servicios prestados sin referirse al caso.
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