Al finalizar su cargo como presidente de la Corte Suprema de Justicia, la juez Dorit Binish (70) afirmó ante las principales autoridades judiciales que deja un Tribunal excelente, profesional y pluralista, compuesto por los mejores jueces de Israel.
En un emocionante discurso que pronunció en la ceremonia de despedida celebrada en su honor, Beinish dijo: «Como juez de la Corte Suprema creo que lo más importante es mantener la independencia de la corte, su libertad y su capacidad para implementar los valores democráticos».
«La línea que seguimos junto con mis colegas es que la política no es implantada desde la Fiscalía General del Estado. Siempre es necesario recordar que existen líneas rojas que no debemos cruzar y que no podemos renunciar a los principios básicos de nuestra labor», agregó.
Beinish aseveró que, a diferencia de los otros poderes del Estado, las columnas sobre las cuales se mantiene una Corte Suprema autónoma y profesional, están fortificadas por la confianza que los ciudadanos tienen en ella y no por si sus decisiones son o no populares.
«Esta ceremonia no es fácil para mí», dijo Beinish. «Me estoy despidiendo de la Corte Suprema de Justicia que fue mi hogar durante los últimos 15 años. El Tribunal Supremo no es otro lugar de trabajo y ser juez no es sólo una profesión más. La ley es parte de la personalidad y de la vida de cada juez», añadió visiblemente emocionada.
«El tribunal tendrá que ajustarse a una realidad cambiante. Sin embargo, no todo está en manos de la Corte Suprema de Justicia; otras instituciones deberán mancomunarse para resolver problemas», finalizó Beinish agradeciendo a sus colegas y especialmente a los miembros de su familia, sobre los cuales aseguró que su período como presidente de la Corte Suprema «no les fue nada fácil».
En su última sentencia, antes de retirarse del Tribunal Superior de Justicia, Beinish anuló - junto con otros seis jueces de la Corte - dos incisos de la Ley de Apoyo al Ingreso, que impedían a las personas que poseen un automóvil recibir cualquier tipo de subsidios, declarándolos anticonstitucionales.
Durante la ceremonia en Jerusalén, a la que asistieron un gran número de destacados funcionarios judiciales, entre ellos los ex presidentes de la Corte Suprema, Aharón Barak y Meir Shamgar, el ex juez del Tribunal Supremo, Itzjak Zamir, dijo que durante su período como presidente, la juez Beinish «logró defender los ataques a la Corte y salvaguardar su independencia y autoridad».
Las resoluciones de Beinish «no fueron emitidas desde una torre de marfil», agregó la Fiscalía. «La juez Beinish está totalmente conectada con la sociedad israelí, y esa conexión se debe principalmente a su profundo amor por este país».
El presidente entrante del Tribunal Supremo, el juez Asher Grunis, dijo que «Beinish posee una maravillosa combinación de amplios conocimientos jurídicos, por un lado, y un profundo entendimiento de la realidad, por otro; una combinación ganadora de un enorme respeto por los derechos humanos junto con un reconocimiento de la voluntad general hacia los intereses públicos y las exigencias de seguridad».
De acuerdo con Grunis, «su mandato no fue fácil. Beinish defendió la autoridad judicial con valentía, asertividad y determinación».Notas relacionadas:
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