La batalla por el puesto de Contralor del Estado israelí finalizó. Luego de tres rondas de votación, la enorme coalición de 94 miembros de la Knéset logró finalmente seleccionar al juez estatal Yosef Shapira, quien recibió 68 votos de los 120 posibles.
Shapira, candidato oficial de los tres principales partidos del Parlamento - Likud, Kadima e Israel Beiteinu, substituirá en el cargo al contralor actual, Micha Lindenstrauss, quien terminará su mandato el próximo 3 de julio.
El diputado laborista Eitán Cabel, quien dio su apoyo al juez de la Corte Suprema, Moshé Rivlin, dijo a la radio israelí que la selección de juez Shapira estaba garantizada a pesar de la votación secreta. Según Cabel «la fuente detrás de las conmovedoras escenas en apoyo de la candidatura de Shapira era la oficina del primer ministro Netanyahu».
«El hecho de que un primer ministro se reúne con el candidato que debe controlar su accionar va en contra de mi visión del mundo. El papel del primer ministro es ser el primero a ser revisado en la Contraloría», señaló.
Varios diputados de Kadima explicaron que les hubiera gustado rebelarse contra la coalición de unidad, pero no pudieron hacerlo, por lo tanto, votaron en contra de la opción acordada de la Contraloría. Una fuente de Kadima, dijo satisfecha que la reñida votación mostró que Netanyahu no puede obligar al partido a hacer lo que quiera.
De acuerdo con el diputado Yariv Levín (Likud), la victoria de Shapira es un triunfo sobre el Tribunal Supremo, del cual provinieron la mayoría de los contralores.
«La Knéset hizo una excelente elección al apoyar al Juez Shapira», dijo Levin, «Él tiene un valor excepcional, y estoy convencido de que hará una gran contribución a la Oficina del Contralor del Estado»
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