El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, aplaudió a los países que anunciaron la expulsión de los embajadores de Siria y pidió que otros gobiernos del mundo sigan su ejemplo.
«La expulsión de los embajadores de Siria es un nuevo paso en el camino para derrocar el régimen de la familia Assad. Otros gobiernos en el mundo deberían actuar de manera simila», dijo en un discurso en su ministerio, según un comunicado de su oficina.
Barak agregó que el régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, «no puede seguir formando parte de la comunidad de naciones».
Israel y Siria, que libraron tres guerras desde 1948, no tienen relaciones diplomáticas y, por tanto, carecen de embajadores desplazados al otro país.
Anunciada entre otros por Francia, Alemania, Italia, España y Canadá, la expulsión de los diplomáticos sirios en repulsa por la matanza de un centenar de personas, entre ellas numerosos niños, el pasado viernes en Hula, coincidió con la visita a Israel del presidente alemán, Joachim Gauck, que fue recibido esta mañana por su homólogo Shimón Peres.
En una comparecencia ante los medios en la residencia presidencial en Jerusalén, Peres acusó a Assad de cometer «crímenes contra la humanidad», antes de señalar que «el mundo debería actuar para que el pueblo sirio viva en paz y libertad porque hay un límite a los discursos y declaraciones».
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