El poderoso virus informático que contaminó miles de ordenadores en Irán y otros países de Oriente Medio pudo ser creado por «aquellos que ven a la República Islámica como una grave amenaza», declaró el viceprimer ministro de Israel, Moshé Yaalón, desatando así las especulaciones sobre posible implicación de su país en nueva «ciberepidemia».
«Cualquiera que se toma en serio la amenaza por parte de Irán adoptaría con gran probabilidad distintas medidas incluidas aquellas para hacerles daño», afirmó Yaalón, quien también ocupa el cargo de ministro de Asuntos Estratégicos, en declaraciones a la radio del Ejército, «Galei Tzáhal».
No obstante, no confirmó ni negó explícitamente la responsabilidad de Israel en el ciberataque.
«Israel tiene la suerte de ser una nación que posee tecnologías avanzadas. Estos avances nos brindan las más amplias posibilidades», señaló el ministro.
El programa espía «Flame», que permite interceptar el tráfico de red, robar información y grabar conversaciones, fue descubierto en equipos informáticos de Irán, Israel, Cisjordania, Sudán y Siria por expertos de Kaspersky Lab, fabricante ruso de software antivirus.
Según la empresa rusa, el virus se utilizaba de forma activa desde hace más de dos años, aunque no fue descubierto hasta ahora por su complejidad.
Flame no es el primer programa malicioso «antiiraní», puesto que anteriormente se detectaron el gusano Duqu y el troyano Stuxnet. Este último supuestamente atacó equipos informáticos en las instalaciones nucleares iraníes en verano de 2010.
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