El Contralor del Estado, Mija Lindenstrauss presentó al presidente de la Knéset, Reuvén Rivlin, su informe sobre el incendio en el Monte Carmel, donde aseguró que la infraestructura del servicio contra incendios de Israel está muy lejos de la de otros países occidentales.
Según lo dicho por Lindenstrauss a Rivlin, Israel tiene sólo una cuarta parte de bomberos, unidades y aparato logístico que otros países occidentales. Adicionalmente, el Estado posee sólo una fracción de los materiales para apagar incendios de lo que se requiere.
Respecto a su informe, Lindenstrauss señaló que sus recomendaciones deben ser implementadas y «requieren la atención inmediata del público».
Sobre esto, Rivlin declaró que el informe no es de naturaleza política, pero tiene consecuencias en ella, y que está dirigido a «prepararnos para ejecutar reformas que nos permitan hacer frente a retos similares que tengamos que enfrentar».
Se espera que el informe, el cual se centra también en los fracasos ministeriales y en la mejora de los servicios de extinción de incendios del país, le adjudique una «responsabilidad especial» a los ministros de Interior, Eli Yishai, y de Finanzas, Yuval Steinitz, por no modernizar las infraestructuras necesarias para poder combatir siniestros antes del incendio en el Carmel.
Analsitas afirman que también el ministro de Seguridad Interior, Itzjak Aharonovitch, y el primer ministro, Binyamín Netanyahu, deben asumir «responsabilidad general» de los fallos que condujeron al desastre. Además, policías, bomberos y el servicio penitenciario fueron puestos en tela de juicio.
El siniestro, el peor en la historia de Israel, se cobró la vida de 44 personas, entre ellas 37 cadetes y sus oficiales del Servicio de Prisiones, los cuales perecieron cuando su autobús, que se dirigía a la cárcel de Damón para evacuar a los reclusos, se vio envuelto por las llamas. Tres agentes de la policía y tres bomberos también murieron en el incendio.
El fuego también causó graves daños a la tierra. Se estima que 1,5 millones de árboles fueron calcinados por las llamas.
En un avance a principio de año, Lindenstrauss aseguró que el informe se centraría en seis cuestiones claves: los acontecimientos del primer día del incendio, desde la mañana hasta después de la tragedia de autobús, preparación de servicios de seguridad para situaciones de emergencia, prevención de incendios forestales, lucha de servicios contra el fuego, el accionar del gobierno y la preparación del ministerio de Interior para los siniestros y su funcionamiento durante estos, y los fracasos de los ministros responsables, incluso en los gobiernos anteriores.
En marzo, la oficina de Lindenstrauss envió copias del informe preliminar, titulado «El incendio en el Carmel - Diciembre de 2010 - omisiones, averías y conclusiones», a todas las partes auditadas, incluyendo los ministros Steinitz, Yishai, Barak, Aharonovitch y el primer ministro, Netanyahu.
Medios israelíes informaron que, de creerlo así, Lindenstrauss puede recomendar la destitución de Yishai y Steinitz de sus respectivos puestos. Además, el Canal 2 informó que Lindenstrauss dijo a las familias de las víctimas que la críticas en el informe están «dirigidas a los ministros».
Según fuentes con acceso al informe, no se espera que el Contralor del Estado llame a Yishai y Steinitz a renunciar, pero es posible que recomiende que sean transferidos a otras carteras del Gobierno, de modo que puedan permanecer en el Gabinete.
La longitud del informe es directamente proporcional con la «magnitud del desastre y sus graves consecuencias», acentuó Lindenstrauss, y revela «una larga serie de errores y fracasos en el trágico desenlace del fatal incendio en el Carmel que tuvo un saldo de una magnitud sin precedentes».
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