Responsables israelíes trataran de convencer al presiente ruso, Vladimir Putin, de que apoye nuevas sanciones internacionales contra Irán por su controvertido programa nuclear durante la gira por Oriente Medio que inicia hoy en Israel.
«La posición israelí es que ya existen sanciones internacionales definidas por la ONU, y para que Irán cese el enriquecimiento de uranio las presiones deben ser eficaces y hace falta un frente unido», declaró Yigal Palmor, portavoz del ministerio israelí de Exteriores.
El funcionario israelí advirtió que «hasta que Rusia no se sume de forma determinante a las sanciones internacionales, ese frente no será tan unido como debería».
El sentir generalizado en Israel es que después de advertir durante años de la amenaza del programa nuclear iraní, las potencias occidentales respondieron con varias rondas de sanciones al régimen iraní que aún no son suficientes para frenar sus aspiraciones.
En este marco, responsables y expertos en Israel argumentan que la ambigüedad o renuencia de países como Rusia o China a apoyar decididamente mayores sanciones a Irán permiten que la República Islámica continúe con su programa, lo que podría dar lugar a un ataque regional.
«Lo que pretendemos es que Rusia, por su parte, se una a las sanciones en cuanto pueda para que Irán tenga claro que no cuenta con ningún apoyo a su programa nuclear y militar, y que la única salida que le queda es cooperar», añadió Palmor.
Otro de los asuntos que los israelíes pretenden poner sobre la mesa será Siria, aliado de Moscú y país del que recibe armamentos que Israel ahora teme caigan en manos de organizaciones terroristas en medio de las protestas en el país vecino.
Igualmente, serán analizados los últimos acontecimientos en el resto de Oriente Medio, como las elecciones en Egipto, el estancado proceso de paz con los palestinos, además de cuestiones de ámbito bilateral.
Putin será recibido por el jefe de la diplomacia israelí, Avigdor Liberman, en el aeropuerto Ben Gurión para viajar posteriormente a la ciudad de Natania donde inaugurará el «Monumento Victoria» del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.
Después mantendrá un almuerzo con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en Jerusalén y será invitado en una cena de honor que le ofrecerá el presidente israelí, Shimón Peres, en su residencia oficial.
El martes Putin viajará a Belén, donde se reunirá con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, e inaugurará un centro cultural ruso en esa ciudad, antes de proseguir viaje a Jordania por vía terrestre.
La visita de Putin, que llega acompañado por 300 personas, es la segunda que realiza a la zona, después de que en 2005 se convirtiera en el primer dirigente del Kremlin tanto en la etapa rusa como en la de la extinta Unión Soviética que visitaba el Estado judío.
Al margen de las cuestiones políticas y los aliados de Rusia en la región, la relación bilateral con Israel es de respeto y máxima colaboración, en parte debido a la presencia en el Estado judío de más de un millón de inmigrantes de las ex repúblicas soviéticas.
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