La última familia del barrio de Ulpana en el asentamiento de Bet El, en Cisjordania, que debe ser abandonado el 1 de julio, dejó su casa luego de haberse negado inicialmente, con lo que se completó el desalojo de tres días sin que se presentaran incidentes importantes.
Aunque algunos «Jóvenes de las Colinas», a favor de los asentamientos, se atrincheraron dentro de una de las viviendas para protestar por la operación, oficiales de policía dijeron que no hubo ningún enfrentamiento con ellos.
«Llegaron algunos jóvenes a uno de los edificios y la policía vigilaba el área en caso de que pudiera haber alguna complicación, pero no ha ocurrió nada», dijo el vocero de la policía de Israel, Mickey Rosenfeld, sin dar más detalles sobre si los policías forzaron a los jóvenes a abandonar el lugar.
La última familia, dijo Rosenfeld, se marchó de forma pacífica, aunque inicialmente se opusieron a ser desalojados y se negaron a permitir que empleados del gobierno empacaran sus pertenencias en cajas.
El barrio de Ulpana, construido en un ala extrema del asentamiento Bet El, será reubicado en otro terreno el 1 de julio, luego de que la Corte Suprema determinó que los cinco edificios eran ilegales porque fueron construidos en tierras palestinas privadas.
A pesar de los intentos del Gobierno para posponer la demolición del vecindario, la Corte Suprema negó las apelaciones para demorar la demolición, pero aprobó el traslado de los edificios, en lugar de demolerlos.
Las 33 familias que habitaban Ulpana fueron ubicadas en casas modulares dentro de Bet El hasta que se concluya el traslado de sus viviendas.
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