En breves declaraciones al Canal 2 isrelí, Barak señaló que es posible «que agentes o servicios distintos a Israel sean los responsables» de la muerte de Ranaja y añadió que el palestino «no era ningun santo».
La víspera, un grupo de personas armadas entró en la casa de Ranaja - también conocido como Nizar Abu Mujhad - y lo mató.
Hamás advirtió que vengará la muerte de Ranaja, un mando militar del grupo palestino, y culpó directamente a Israel del ataque.
«El Mossad está detrás del ataque», senaló una fuente de Hamás.
Fuentes opositoras sirias aseguraron que la muerte de Ranaja se llevó a cabo por parte del régimen del presidente Bashar al-Assad, que ve que Hamás traicionó tras la revuelta popular que enfrenta desde 15 meses.
El pasado febrero, el primer ministro de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, saludó la lucha del pueblo sirio «por la democracia», en la primera declaración de apoyo de un jefe de una organización terrorista a la revuelta siria reprimida por el régimen de Damasco.
Hamás recibió en las últimas dos décadas el apoyo incondicional del régimen sirio ante Israel, y su órgano colegiado de dirección está basado en Damasco.
Ranaja fue mano derecha Mahmoud al-Mabhouh, alto mando de Hamás, asesinado en Dubai en 2010 por un grupo desconocido que fuera atribuido por parte de la prensa y diplomáticos al Mossad.
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