Un tribunal militar israelí condenó a 54 cadenas perpetuas al terrorista palestino de Hamás, Ibrahim Hamed, por el asesinato de 46 israelíes en una serie de atentados en los que además otras 400 personas resultaron heridas.
Hamed dirigió la sección para Cisjordania de las Brigadas Izzedin al-Qassam, el brazo armado de Hamás, durante la segunda Intifada hasta su detención, en 2006.
Hamed fue condenado por una serie de atentados perpetrados en Jerusalén, incluido el de 2001 en la plaza Sión en el que murieron 10 personas; el de 2002 en una cafetería que costó 11 vidas; el atentado suicida de 2003 contra otro café en el que murieron 7 personas o el de Zerifín, también en 2003, con 9 fallecidos, según informó el diario israelí «Yediot Aharonot».
La Asociación de Presos Palestinos confirmó la noticia en un comunicado en el que sostiene que Hamed fue condenado por llevar a cabo «operaciones militares».
La Asociación informó además que Hamed rechazó pedir disculpas ni manifestó arrepentimiento alguno y negó todos los cargos, ya que dijo no reconocer la legitilimidad ni la jurisdicción del tribunal israelí.
Notas relacionadas:
Hamás perdió el tren de la historia
Hamás retoma las armas
Hamás tiene serios problemas