Autoridades israelíes decidieron ascender la calificación al centro académico del asentamiento de Ariel en Cisjordania al estatus de universidad, bajo la recomendación del ministro de Educación israelí, Gideón Saar.La decisión se percibe como una significativa victoria para el movimiento de los asentamientos, pero académicos israelíes y palestinos condenaron la iniciativa.
El Consejo de Educación Superior de Judea y Samaria (nombre que Israel usa para definir el territorio de Cisjordania), decidió ascender a la categoría de Universidad al centro académico de Ariel, localizado en el asentamiento judío de igual nombre.
Once miembros del del Consejo - la instancia más alta en materia de educación para los asentamientos judíos y que actúa bajo autoridad militar- votaron a favor y sólo dos se opusieron, informaron los diarios «Haaretz» y «Yediot Aharonot».
La decisión vino precedida en los últimos días de una encendida polémica entre miembros de la ultraderecha religiosa-nacionalista y la comunidad académica, que la calificó de una estrategia política y contraria a los intereses educativos que dañará y rebajará el nivel de las otras ocho universidades de Israel.
Varios ministros se habían manifestado a favor de la conversión del centro en una universidad, entre ellos los titulares de Finanzas, Yuval Steinitz, que prometió financiación especial, y el de Educación, Gideon Saar.
El Comité de Planificación y Presupuestos del Consejo de Educación Superior de Israel, sin embargo, había advertido contra la medida y recomendado mantener el estatus temporal de «centro académico», que recibió en 2007, y examinar de nuevo el asunto el próximo año.
El comité de rectores universitarios difundió esta semana un comunicado en el que señalaba que la creación de una nueva e innecesaria universidad supondría un golpe mortal al sistema de educación superior.
«Cualquier presupuesto adicional debe ser entregado a las universidades investigadoras que ya existen, que sufren de falta de fondos», advirtieron.
«Durante muchos años, las universidades padecen la falta de fondos, lo que daña las posibilidades de investigación de Israel, generado una fuga de cerebros y retrasado la mejora de la infraestructura de investigación y educación», argumentaron.
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