Durante la reunión que celebró en Jerusalén con el  secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, valoró el gran apoyo de Estados Unidos hacia Israel en un momento de «gran inestabilidad en nuestra región».

«Irán es el patrocinador más importante del terrorismo, y se debe hacer todo lo que se pueda para mantener al régimen más peligroso del mundo fuera del alcance de desarrollar armas nucleares», aseguró Netanyahu y agregó que «Hoy tuvimos la oportunidad de discutir los retos que enfrenta nuestra región y éste es el desafío más grande: detener la capacidad de Irán de conseguir  armamento atómico».

«Usted dijo recientemente que las sanciones contra Irán están teniendo un gran impacto en la economía iraní y eso es correcto», dijo Netanyahu a Panetta. «Estoy seguro de que las recientes sanciones propuestas por el presidente Obama y el Congreso tendrán un impacto aún mayor en la economía de Teherán», agregó. «Pero, por desgracia, también es cierto que ni las sanciones ni la diplomacia influyen en el programa nuclear de iraní. Estados Unidos e Israel también dejaron claro que todas las opciones están sobre la mesa», subrayó el primer ministro.

Netanyahu cuestionó el actual accionar de EE.UU y explicó a Panetta su preocupación de que Irán no se tome en serio la intención de ambos países, y por eso no detenga su proyecto nuclear. «En este momento el régimen iraní considera que la comunidad internacional no tiene voluntad para detener su programa. Esto debe cambiar y debe cambiar rápidamente, porque el tiempo para resolver este problema pacíficamente se está agotando», señaló.

Panetta, por su parte, reiteró que Estados Unidos apoya a Israel y se comprometió con su seguridad, y que «todas las opciones, incluyendo la fuerza militar», son posibles. «No vamos a permitir que Irán desarrolle armas nucleares», acentuó.
 
Más tarde, Panetta se reunió con el presidente Shimón Peres, quien dijo que está a favor de una solución pacífica a la crisis nuclear, pero insistió en que Irán debe ser consciente de que existe una opción militar, y reforzó la afirmación de que EE.UU no permitirá a Irán desarrollar armas atómicas.

Panetta también mantuvo un encuentro con el ministro de Defensa, Ehud Barak, y aclaró que la administración de Obama es seria acerca de la posibilidad de eventualmente recurrir a la fuerza militar contra Irán, pero que antes deben ser agotadas todas las opciones diplomáticas.
 
Barak, al igual que Netanyahu, agradeció el apoyo de norteamericano, pero añadió que a su entender la probabilidad de que las sanciones internacionales obliguen a Irán a detener su programa nuclear son «extremadamente bajas».
 
Las declaraciones tanto de Netanyahu como de Barack, abrieron aún más la brecha que crece en las relaciones entre EEUU e Israel sobre la estrategia a seguir con la República Islámica.
 
La visita de Panetta se produjo pocos días después de que el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, se reuniera con altos funcionarios israelíes para expresar su postura sobre Irán y otros asuntos, y declarara que, de convertirse en presidente, va a apoyar lo que Israel decida hacer con las capacidades nucleares de Irán. Romney acusó al gobierno de Obama de ser demasiado blando con Irán y de no proporcionar suficiente apoyo a Israel.
 
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