El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, advirtió de que Irán ignora las peticiones del mundo y de realizar progresos acelerados para conseguir armas nucleares.«Irán sigue progresando aceleradamente para obtener armas nucleares mientras ignora las demandas internacionales», aseguró el jefe del Gobierno hebreo.
Netanyahu hizo estos comentarios durante la visita del congresista estadounidense Mike Rogers, un día después de que fuentes diplomáticas informaran que Irán había instalado nuevas máquinas de enriquecimiento de uranio en una planta subterránea, lo que podría allanar el camino para una expansión significativa de sus tareas nucleares.
Las declaraciones del primer ministro tienen lugar mientras en la sociedad y la prensa israelí se vive un encendido debate sobre la conveniencia o no de un ataque a las instalaciones atómicas iraníes para poner fin o, al menos, posponer su programa nuclear.
Su oficina difundía estas declaraciones poco después de que se hiciera público un discurso del ex jefe del Estado Mayor, el teniente general de reserva Gabi Ashkenazi, en el que este se oponía firmemente a un ataque militar israelí a Irán.
«Hay una sensación de que alguien sacará mañana una maleta de alguna estantería y de repente tendremos delante una bomba atómica iraní. Creo que aún no estamos en ese punto», señaló Ashkenazi en una conferencia del Consejo para la Paz y Seguridad, según informó el diario israelí Yediot Aharonot.
El debate sobre la conveniencia o no de atacar a Irán llevó incluso a un enfrentamiento entre Netanyahu - que continuamente alude a la amenaza existencial que a su entender supone el programa nuclear iraní y recuerda que Israel está solo para hacerle frente - y el presidente isrelí, Shimón Peres, que mostró abiertamente su confianza para que EE.UU impida que Teherán desarrolle bombas atómicas.
Altos mandos de las fuerzas de Seguridad e Inteligencia israelíes también mostraron sus reservas ante la posibilidad de una operación, al igual que oficiales y militares de Washington, que pusieron en duda la efectividad de la medida y se inclinaron por dar tiempo para que funcionen las sanciones internacionales.
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