Durante una reunión con el senador norteamericano, Michael Bennet, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, se mostró escéptico frente a la cuestión de un pronto retorno a las negociaciones con los palestinos y aseguró que Irán y la creciente ascendencia islámica en la región, son la barrera principal para su reanudación.
 
A pesar de reafirmar que está listo para una rápida reactivación, Netanyahu explicó que la creciente tendencia islamista en la región, la cual es fuertemente hostil a Israel, y la ascendencia de Irán, frenan a la Autoridad Palestina, la cual, obviamente, no saldrá en contra de la forma en que se está manifestado la región; y reafirmó su creencia de que Irán impacta en la capacidad del mundo para hacerle frente.

Por su parte, Estados Unidos manifestó su posición de que un gran avance en la cuestión palestina influiría en el tema iraní, ya que los países árabes y musulmanes, respaldarían los esfuerzos de Occidente para detener su carrera nuclear.

Netanyahu sostuvo la idea inicial de que si las negociaciones del mundo con Irán hubieran tenido resultado, retomar las conversaciones con la Autoridad Palestina y llegar a un acuerdo sería más fácil debido a la falta de patrones negativos que intentan frenar cualquier tratado de paz.

Siguiendo la idea israelí, la charla se centró en Irán, donde el primer ministro destacó la importancia de frenarlo en la obtención de armas nucleares y dejarle claro que hay una suave línea «dibujada en la arena» y que de cruzarla, hay precios que pagar.

La principal diferencia entre la idea de Washington y Jerusalén es que, mientras que para Estados Unidos Irán debe mantenerse lejos de la construcción de una bomba; Israel, en cambió, considera que no debe jugarse con fuego, por lo que apela a que se le niegue al país islamista la obtención de materiales para lograrlo.

Esa misma idea fue trasmitida por presidente francés, François Hollande, durante una conferencia de embajadores de Francia en París, donde aseguró que el programa nuclear de Irán es una amenaza «para todos los países de la región».

«Esto es aún más inaceptable cuando nos damos cuenta de que este es el proyecto de un régimen que llama directamente y de forma continua a la destrucción de Israel», dijo en referencia a los llamados genocidas hechos por la República Islámica en las ultimas semanas.

Hollande aseguró que para Francia estaba claro que «Irán no puede poseer armas nucleares», aunque agregó que el diálogo sigue abierto si Irán decide cumplir con las exigencias de la comunidad internacional, de lo contrario «Francia trabajará para endurecer las sanciones contra el régimen de Teherán».

Como Obama, Hollande sostuvo que la solución al conflicto palestino-israelí «es la clave para la estabilidad en Oriente Medio», por lo que recomendó a Israel esforzarse por reanudar las tratativas con los palestinos.

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