El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, rechazó las críticas de la Unión Europea (UE) por la construcción de los asentamientos en el barrio jerosalimitano de Giló y aconsejó al bloque europeo a preocuparse por sus propios problemas.
Liberman afirmó en un comunicado que estas denuncias «demuestran una fundamental falta de capacidad para entender la realidad regional y sólo anima a los palestinos para que sigan rechazando sentarse en la mesa de negociaciones, además de que impulsan una actividad antisraelí en el escenario internacional».
Al concluir sus declaraciones, el canciller hebreo dijo que la Unión Europea en los actuales momentos en lugar de dedicarse al caso israelí-palestino debe concentrarse en las dificultades que sufren varios pueblos de su continente.
La jefa de la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, había expresado el viernes su profundo pesar por la «expansión del asentamiento israelí de Giló entre Jerusalén Oriental y Cisjordania», según se expresó.
En un comunicado, Ashton consideró ilegal los asentamientos israelíes bajo las normas internacionales porque hacen peligrar la solución de dos Estados.
Hace unos días, el ministerio de Interior israelí aprobó la construcción de 800 nuevas viviendas en el barrio de Giló en Jerusalén.
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