El presidente del Parlamento israelí, Reuvén Rivlin, rechazó abiertamente la creación de un Estado palestino, durante un discurso en la Knéset con motivo del decimoséptimo aniversario del asesinato del ex primer ministro Itzjak Rabín.
«En un espacio tan pequeño entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo no puede haber más de un país», dijo Rivlin, del partido Likud, liderado por el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu.
El presidente de la Knéset argumentó que la internacionalmente aceptada solución de dos Estados, sobre la que se basaron las anteriores negociaciones de paz, se sustenta en un «paradigma colonial de separación que fue forzado sobre los habitantes de esta tierra».
«A ambos lados de la Línea Verde - línea de armisticio de 1949 entre Israel y Jordania -, judíos y árabes viven uno junto al otro», declaró.
En su discurso, Rivlin hizo hincapié en el «fracaso los Acuerdos de Oslo», en alusión a los acuerdos adoptados en 1993 con vistas a una solución definitiva al conflicto palestino-israelí y por los que Rabín; el entonces líder palestino, Yasser Arafat; y el hoy presidente israelí, Shimón Peres; recibieron un año después el Premio Nobel de la Paz.
«Debe debatirse con seriedad una alternativa, ya que se están alzando voces contra el consenso. Toda solución política basada en la separación es inaplicable. Yo le dije a Rabin que considero que dividir el país es un riesgo mayor que un Estado binacional», añadió.
Las palabras de Rivlin marcaron las intervenciones posteriores, a excepción de la de Netanyahu, que se centró en política y el asesinato de Rabín, de quien destacó su responsabilidad pese a las discrepancias que mantuvieron en su pugna política.
El titular de Defensa, Ehud Barak, por su parte, recordó la figura de Rabin, pero para señalar que «entendió« al firmar los Acuerdos de Oslo que «la solución de dos Estados es la única capaz de salvaguardar el proyecto sionista».
La líder laborista, Shelly Yachimovich, en tanto, se refirió a las declaraciones de Rivlin, que - según dijo al tomar la palabra - la habían obligado a cambiar su discurso en el último momento.
«Casi nadie en Israel quiere vivir en un Estado binacional. Ni siquiera entre los votantes del Likud, ni está en la cabeza de Netanyahu», dijo al calificar la propuesta de Rivlin de «radical y peligrosa».
Yachimovich recordó que Rabin no apostó por la negociación con los palestinos por «romanticismo o amor a Arafat», sino por «pragmatismo y responsabilidad hacia el proyecto de Israel como Estado judío y democrático».
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