«Israel no puede perder el apoyo de Washington», declaró el presidente de Israel, Shimón Shimón Peres, en una entrevista al periódico norteamericano «The New York Times».

«El apoyo de EE.UU nos da la posibilidad de defender nuestros intereses. Si Israel se quedara solo, sería devorado por sus enemigos», afirmó el mandatario, comentando informes de prensa, conforme a los que el presidente de EE.UU, Barack Obama, y el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, se muestran hostiles el uno con el otro.

Peres subrayó que sin EE.UU el Estado hebreo será como «un árbol en el desierto».

El preidente hebreo señaló que Israel podría iniciar negociaciones con Hamás, si esa organización terrorista abandona la violencia, cumple con las exigencias internacionales y reconoce al Estado hebreo.

Anteriormente la prensa israelí había informado que Obama buscaba vengarse de Netanyahu por el apoyo que brindó al candidato republicano, Mitt Romney, en las últimas elecciones presidenciales. Según el periódico local «Yedioth Ahronot», el primer ministro israelí había hecho una apuesta errónea y tendría que pagar por ello.

«Ahora Obama tiene cuatro años para vengarse de Netanyahu  por su abierto apoyo a Romney, por herir su autoridad, por la suspensión de las negociaciones con los palestinos y por sus intentos de erigirse como líder en el problema iraní», sostuvo entonces el rotativo.

Por otra parte, en el Parlamento israelí crece la preocupación acerca del nombramiento del ex senador republicano Chuck Hagel, conocido por criticar la política de Israel, como secretario de Defensa de EE.UU, hecho que tras ser aprobado por el Senado estadounidense, podría cambiar drásticamente la política exterior de Washington.

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