China e Israel firmaron cinco acuerdos de cooperación económica, entre los que destaca el del área tecnológica, durante la visita a Beijing del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en la que asuntos como Siria, Irán o el conflicto palestino quedaron relegados a un segundo plano.
«Israel es conocido por su innovación y China por su capacidad de producción, por lo que ambos pueden ser de gran ayuda mutual», destacó Rafi Shamir, portavoz del Gobierno israelí, antes de la firma de los tratados, relativos a las áreas de tecnología, agricultura, finanzas, ciencias y cultura.
Entre ellos, que se firmaron en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing (sede del Parlamento) en presencia de Netanyahu y su homólogo chino, Li Keqiang, acompañados de sendas delegaciones de empresarios y diplomáticos, «el más destacable es el tecnológico», apuntó Shamir.
«Abarca proyectos tan variados como la potabilización de agua y las energías alternativas», matizó.
La intención de Israel ya fue sugerida previamente por su primer ministro, quien a su paso por Shanghái - desde donde llegó a Beijing tras una visita de dos días a la metrópolis financiera - subrayó que ambos países «pueden perfeccionar su cooperación en tecnología y manufactura».
Según recoge el diario oficial «People's Daily», Netanyahu - que sólo ofrecerá una entrevista a la cadena de televisión oficial CCTV en los seis días de estancia en la potencia asiática - hizo esas declaraciones durante su encuentro con Yang Xiong, alcalde de la citada ciudad.
Yang, a su vez, explicó al primer ministro algunos programas aéreos y aeroespaciales actuales y otras áreas en las que Shanghái apuesta firmemente, incluyendo biomedicina, tecnología de la información y nuevas fuentes de energía, citó el rotativo.
A la pregunta de si los dos países también acordaron la compraventa de tecnología militar, área en la que comercian extensamente desde hace más de una década, el portavoz del Gobierno israelí se limitó a señalar que los tratados «se basan, sobre todo, en asuntos civiles».
Un informe relacionado con el Congreso de Estados Unidos situó a Israel el pasado año como el segundo proveedor, tras Rusia, de armas a China, entre otras radares, equipación de telecomunicaciones, drones y simuladores de vuelo.
El portavoz israelí insistió en que el objetivo del viaje de Netanyahu es «doblar, triplicar, o incluso cuadruplicar, el comercio bilateral».
China es actualmente el tercer socio comercial de Israel, tras la Unión Europea y Estados Unidos, y su comercio bilateral supera los 9.000 millones de dólares, con subidas de cerca de un 20% anual desde hace al menos tres años.
Al margen del campo económico, Netanyahu y Li Keqiang también discutieron acerca de asuntos internacionales como Siria, Irán (importante suministrador de petróleo a China) y el conflicto israelí-palestino.
No obstante, estos temas quedaron eclipsados por los acuerdos económicos, aunque Israel tiene esperanzas en que «China avance en el mismo sentido que otros países y apoye más sanciones contra Siria o Irán», afirmaron fuentes diplomáticas hebreas.
Con respecto al conflicto israelí-palestino, la portavoz del ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, volvió a remarcar en una rueda de prensa en Beijing que su país espera que ambas partes «superen sus obstáculos y retomen las tratativas de paz lo antes posible».
El presidente chino, Xi Jinping, se comprometió con el líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, en apoyar la creación de un «Estado independiente», durante el paso de éste por la capital china, que abandonó en la víspera de la llegada del Netanyahu.
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