«El tractor del kibutz vencerá al misil de Gaza», afirmó el presidente israelí, Shimón Peres, en el transcurso de su visita al kibutz Nir Itzjak, en el Neguev occidental, lindante con la Franja de Gaza, con motivo de la festividad hebrea de Shavuot.
Peres, que cumplirá próximamente 90 años, ejerce la presidencia del país desde mediados del 2007. En 1994 recibió el Premio Nobel de la Paz.
El mandatario hebreo realizó en esta semana de Shavuot un recorrido por la zona occidental del Neguev en el sur de Israel.
La ceremonia central de bienvenida a Peres y a su comitiva tuvo lugar en el kibutz Nir Itzjak, ubicado en la frontera de Israel con Egipto y la Franja de Gaza.
Nir Itzjak, que lleva el nombre del comandante del Palmaj, Itzjak Sadé, fue fundado en diciembre de 1949 por jóvenes del movimiento juvenil sionista Hashomer Hatzair.
Desde entónces se incorporaron a esta comuna amplios contingentes de pioneros, incluyendo siete grupos de América Latina.
El kibutz estuvo en la primera línea de fuego en la distintas guerras libradas por Israel.
En los últimos años, la zona es constantemente acosada por lanzamientos de misiles, disparos de morteros e intentos de atentados planificados por organizaciones terroristas islámicas imperantes en Gaza.
Hace unos meses uno de esos ataques - recordó Peres - ocasionó víctimas y destrozos en el jardín zoológico-pedagógico de Nir Itzjak.
Al saludar a los miembros del kibutz, el presidente subrayó que los logros - agrarios e industriales - de esta comuna tienen un doble valor: la excelencia productiva no se aminoró con la constante agresión terrorista desatada y mantenida largos años por grupos armados islamistas desde Gaza. «El tractor derrota al misil», aseveró Peres.
El líder hebreo, acompañado por funcionarios del Consejo Regional Eshkol, recorrió una exposición de maquinarias agrícolas que facilitan labores en plantaciones de hortalizas y cereales. Peres se mostró gratamente sorprendido por la importante producción láctea del kibutz.
Los niños de Nir Itzjak y de la escuela regional hicieron entrega al presidente de una canasta de primicias (bikurim) y de un diploma que lo acreditó como «miembro honorario del kibutz».
Fotos: Gentileza Moshé Rozén
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