El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John O. Brennan, llegó a Israel por pocas horas para debatir acerca de la crisis en Siria con el ministro de Defensa de Israel, Moshé Yaalón, informó el Canal 2 de la televisión israelí.
Esta es la primera visita de Brennan al Estado hebreo desde que el presidente Obama lo nombró para el cargo en marzo. Brennan se reunió con el ministro de Defensa, Moshé Yaalón y recibió informes de funcionarios de defensa sobre la crisis siria y sus ramificaciones.
Yaalón reiteró la política de Israel, la cual sostiene que, aunque no desea involucrarse en la guerra de Siria, está decidido a impedir la transferencia de armas desde ese país hacia la organización terrorista libanesa Hezbolá.
La visita del jefe de la CIA a Israel se produjo un día después de que el diario «The New York Times» citara a un importante funcionario israelí no identificado, quien señaló que su país seguirá tomando medidas militares para frustrar los intentos por transferir armas avanzadas a Hezbolá.
En una amenaza explícita para el presidente sirio, Bashar al-Assad, el funcionario advirtió que si el mandatario reacciona a los presuntos ataques aéreos israelíes contra envíos iraníes de misiles para Hezbolá, se enfrentará al riesgo del derrumbe de su régimen.
«Si reacciona atacando a Israel o intenta atacar a Israel a través de sus apoderados terroristas, correrá el riesgo de sacrificar su régimen porque Israel responderá», dijo el funcionario, según el rotativo norteamericano.
Por otra parte, los esfuerzos del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu por convencer al presidente ruso, Vladimir Putin, de que no suministre a Siria avanzados misiles antiaéreos S-300 fracasaron, informó el Canal 2.
El informe citó al canciller ruso, Sergei Lavrov, quien anunció que Moscú sigue comprometido con el acuerdo que firmó con Damasco para la venta de misiles y explicó que «aunque no tenemos ninguna intención de violar el derecho internacional, no queremos dañar nuestra buena reputación como proveedor de armas credible».
El anuncio se produjo dos días después de que Netanyahu se reunió con Putin para discutir la crisis siria y después de que señaló que los acontecimientos en la región son «muy tormentosos, inestables y explosives» y luego de aclarar que Israel considera los misiles S-300 como un arma «que rompe el empate».
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