El ministro de Economía israelí, Naftali Bennett, líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí, se valió de su pasada retórica militar y de términos pocos diplomáticos al afirmar que un «Estado palestino sería como una esquirla en el trasero de Israel y su creación no tiene ningún sentido».
«La idea de un Estado palestino llegó a su fil. Nunca se invirtió tanto tiempo en algo con tan poco sentido. Es como una esquirla en el trasero de Israel», señaló Bennett en una reunión con los diputados de su partido en el Parlamento.
El ministro hebreo apostó además por incrementar la política de construcción en los asentamientos judíos en Cisjordania.
«Debemos construir, construir y construir», sentenció. «Si el dinero gastado en caviar en los cócteles en que se trata sobre el Estado palestino fuese invertido en construir rutas, todo sería diferente», añadió Bennett minutos antes de que el Parlamento trajera a debate la ley del presupuesto nacional que incluye serios recortes en todos los rubros para tapar el déficit acumulado.
Según Bennett, «el mayor problema es que los líderes israelíes no están preparados para decir claramente que toda la Tierra de Israel (incluida Cisjordania) pertenece al pueblo judío», informó el diario «Haaretz».
Bennett consideró que «llegó el momento de un plan B», que consistiría en «dejar de tratar de buscar un acuerdo de paz con los palestinos y convivir con la situación». Ello implicaría ampliar la soberanía israelí sobre el área C de Cisjordania, actualmente bajo control militar israelí, según los Acuerdos de Oslo, y que supone un 60% de ese territorio, mejorar las condiciones de vida de los palestinos y de los habitantes de los asentamientos en esa región y establecer una Autoridad Palestina separada para el resto de territorios en dicha zona.
El viceministro de Exteriores, Zeev Elkin, del partido Likud de Binyamín Netanyahu, se apresuró a señalar que las declaraciones de Bennett no representan la postura del primer ministro hebreo.
Por su parte, el jefe negociador palestino Saeb Erekat, indicó en un comunicado que «el Gobierno israelí declaró oficialmente la muerte de la solución de dos Estados» e instó al mundo a enfrentarse a la realidad y entender los verdaderos planes de Israel.
«En los últimos días, altos cargos israelíes de los ministerios de Exteriores, Defensa, Economía y Asuntos Religiosos hicieron declaraciones claras sobre su posición para trabajar activamente contra la solución de dos Estados en las fronteras de 1967 apoyada internacionalmente. No son eventos aislados, sino una reafirmación de plataformas políticas y creencias radicales», dijo Erekat.
A su juicio, estas declaraciones son parejas a «las políticas que el Gobierno de Netanyahu lleva a cabo en el terreno, incluida la política colonial agresiva, demoliciones de hogares, expulsiones y revocaciones de permisos de residencia» y evidencian «el plan de Israel de destruir toda posibilidad de un Estado palestino».
Erekat aseguró que Israel pretende «anexionarse y cambiar el statu quo de Jerusalén, el Valle del Jordán y otras vastas áreas del Estado ocupado de Palestina» y añadió que «está decidido a hacer fracasar los esfuerzos del secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, para reiniciar las negociaciones entre las partes.
El objetivo real de Israel es, a su entender, «consolidar la ocupación y negar los derechos palestinos» subrayó.
Erekat consideró que la reacción de la comunidad internacional «no debe ser llamar a reanudar las tratativas sino tomar acciones para empujar a Israel a implementar los acuerdos previos y cumplir la legislación internacional así como hacer a Israel responsable de destruir las perspectivas de paz y justicia».
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