En un acto de graduación de nuevos oficiales de la Fuerza Naval israelí, y en clara referencia a la posición del presidente norteamericano, Barack Obama, de aplazar el ataque a Siria por el uso de armas químicas para buscar una salída diplomática en la ONU, el presidente del Estado, Shimón Peres, el primer ministro, Binyamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, recordaron en sus discursos, que «a la hora de la verdad, Israel debe confiar sólo en sí mismo».
Los líderes hebreos afirmaron que Israel mira con cautela las negociaciones con Siria para lograr su desarme de armas químicas y evitar así un ataque liderado por Estados Unidos contra el régimen de Assad.
«Observamos con cautela ambas vías, tanto la militar como la diplomática, ya que todavía no se concretó nada», afirmó la oficina de Peres en un comunicado citado por el diario «Haaretz».
Según el rotativo, el comunicado remarcó que «está claro que no se puede confiar en la palabra de Assad, esto es algo que ya se demostró varias veces», por lo que la clave para una solución pacífica está en lograr garantizar un desarme que sea comprobable por la comunidad internacional.
«Ahora mismo, las cosas no son muy claras. Todavía no se sabe si se va a presentar un texto al Consejo de Seguridad o no, quién lo va a patrocinar, cuál será su contenido, cuáles ser las medidas concretas. Tampoco se sabe si Siria va a cooperar con el Consejo de Seguridad y si Rusia va a tomar la responsabilidad o no», informó un funcionario de la oficina de Netanyahu.
«Lo que se trata es de comprobar si algún mecanismo internacional aceptado por todos los países pertinentes puede lograr un desarme comprobado de Siria» explicó, y alertó sobre la indecisión actual de la comunidad mundial.
«En estos momentos, no observamos un esfuerzo internacional concreto, basado o no en la ONU, para montar un mecanismo con credibilidad y fiabilidad que pueda desarmar a Siria», añadió, y recordó que Estados Unidos todavía no dejó de lado la opción de la operación militar.
Otro funcionario israelí del ministerio de Defensa, citado por el mismo periódico, alertó sobre la dificultad de llevar a la realidad la propuesta rusa para que Siria abandone las armas químicas.
«La teoría suena muy bien, pero la cuestión es si será factible. ¿Cómo se puede controlar y garantizar que Assad entregue todas las armas químicas, si nadie sabe cuántas tiene?», preguntó, al mismo tiempo que señaló que «podría llevar años destruir todo el material y será muy difícil demostrar que fue destruido».
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, instó esta semana al Gobierno sirio a cooperar con la comunidad internacional en el control de armas químicas y en su total destrucción, para evitar un ataque liderado por Washington.
En respuesta, el presidente estadounidense, Barack Obama, calificó la propuesta de «paso positivo», pero advirtió que no aceptará tácticas dilatorias.
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