«Los palestinos deben renunciar a su rechazo a reconocer el derecho del pueblo judío a un Estado nacional», afirmó el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en un discurso en el Centro Begin-Sadat de la Universidad de Bar Ilán.
Cuatro años después de su discurso en el mismo auditorio en el que anunció su aceptación a la fórmula de dos Estados para dos pueblos, Netanyahu afirmó que «la raíz del conflicto es la negativa palestina de reconocer un Estado nación para el pueblo judío, no la ocupación ni los asentamientos».
El mandatario hebreo hizo una reseña histórica del conflicto que, según señaló, se inició en 1921 en la localidad de Yaffo, cuando grupos árabes organizados llevaron a cabo un pogrom contra la población judía de la ciudad que causó varios muertos y numerosos heridos.
«A ello siguió la eliminación de la comunidad judía de Hebrón, que residía en la ciudad desde casi 4.000 años atrás sin interrupción», agregó. «En aquel tiempo nadie podía hablar de ocupación ni de asentamientos», recalcó
«El líder árabe más venerado antes de la creación del Estado de Israel, era el Mufti de Jerusalén, Haj Amin al-Husseini, aliado de Hitler, amigo de Eichmann y colaborador activo en el plan conocido como 'Solución final, que llevó al exterminio de seis millones de judíos en Europa durante la Segunda Guerra Mundial», recordó Netanyahu.
«Los árabes nunca aceptaron el plan de partición de la ONU en noviembre de 1947 porque la propuesta significaba reconocer la creación de un Estado judío. La dirigencia palestina se niega a ello hasta hoy», acentuó el primer ministro.
«Reconocer un Estado nación para el pueblo judío llevaría al liderazgo palestino a renunciar al derecho al retorno de los refugiados; es por ello que no lo hacen. Pero si para conseguir la paz es necesario realizar concesiones dolorosas, no se puede exigir que únicamente Israel las haga», destacó.
«Para obtener una paz real, los palestinos deben antes que nada reconocer a Israel como Estado nación del pueblo judío. Este reconocimiento es una condición para llegar a un acuerdo al término de las negociaciones, no para iniciarlas», añadió Netanyahu.
«Hay otros asuntos no menos importantes para tratar; al contrario, son muy complicados y también requerirán renuncias de ambas partes, pero sin el reconocimiento básico a un Estado judío y el derecho a su seguridad, algo a lo se opone Hamás, será imposible llegar a un acuerdo definitivo de paz», concluyó.
Notas relacionadas:
Netanyahu a Obama: «Sigo comprometido con la paz»
Livni: «Israel y paz no son palabras contradictorias»
Israel y AP intensifican tratativas con mayor intervención de EE.UU