El presidente de Cataluña, Artur Mas, iniciará el próximo 9 de noviembre un viaje de cuatro días a Israel que se enmarca principalmente en el objetivo del Gobierno autónomo de fomentar la internacionalización de la economía catalana.
Sin embargo, el desplazamiento del Ejecutivo catalán a Jerusalén tendrá también un destacado contenido político y, según fuentes del mismo, está previsto que el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, reciba a Mas.
En la vertiente económica del viaje participará, como es habitual ya en estos casos, un grupo de empresarios catalanes. El objetivo es estimular los intercambios comerciales entre ambos territorios.
También el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, formará parte de la delegación a un destino que está marcado en rojo como uno de los referentes de parte del nacionalismo catalán.
«Si el mensaje es que nuestro mercado es el mundo y que nos tenemos que situar bien fuera, sería absurdo que como Gobierno nos quedásemos encerrados en casa», aseguró el mandatario catalán, citado por el diario «The Jerusalém Post», al responder sobre los objetivos de su viaje.
De acuerdo con el rotativo, Mas agregó que el mensaje principal de la gira es demostrar que Cataluña tiene a su alcance situarse en el mundo, también en el ámbito económico. Asimismo, remarcó que las empresas catalanas que salen al exterior son embajadoras de Cataluña en el extranjero y subrayó que con ese accionar «están ayudando a toda España a salir adelante».
El jefe del Ejecutivo catalán aseveró que para que una empresa se proyecte internacionalmente, no hace falta que sea muy grande, sino que basta con tener «una idea muy clara, un proyecto bien definido, un buen producto, un buen servicio y capacidad para vencer las dificultades».
«Eso también sirve para Cataluña: capacidad de resistir, ideas claras, proyecto, un rumbo definido y capacidad de superar los obstáculos», añadió Mas a modo de paralelismo con su proceso independentista.
Cada gesto de Mas en Israel, un Estado especialmente admirado por el ex presidente de Cataluña, Jordi Pujol, será analizado al milímetro por el Gobierno español. Las relaciones entre éste y el catalán pasan por un pésimo momento, especialmente en la representación simbólica y protocolaria.
La diplomacia catalana lleva meses denunciando obstruccionismo por parte del Ejecutivoo nacional que preside Mariano Rajoy a la acción exterior de Mas.
Los precedentes entre Cataluña e Israel fueron siempre foco de interés. Pujol no escondió su gran simpatía por el sionismo, en su visita de 1987, que incluyó una entrevista con el entonces ministro de Industria, Trabajo y Comercio, Ariel Sharón, y con el presidente hebreo, Haim Herzog, pero no con el primer ministro israelí, Itzjak Shamir.
El verano pasado, el FC Barcelona llevó a cabo una visita a Israel y a la Autoridad Palestina denominada «Tour de Paz» durante la cual directivos y jugadores fueron recibidos por el presidente del Estado judío, Shimón Peres, y el primer ministro Netanyahu.
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