Avigdor Liberman, ex ministro israelí de Exteriores y aliado político del primer ministro, Binyamín Netanyahu, fue declarado inocente en los caso de fraude, abuso de poder y conducta inmoral por un Tribunal de la Magistratura de Jerusalén.

Los cargos imputados por la Fiscalía a Liberman, líder del partido Israel Beitenu que ganó las elecciones junto al Likud, le obligaron a renunciar a su labor como jefe de la diplomacia israelí, una función que ostenta Netanyahu a la espera del fallo de la corte.

Los cargos de fraude y abuso de confianza estaban relacionados en particular con presuntas maniobras de presión realizadas por el ex canciller en el comité de selección diplomática de su ministerio para garantizar el nombramiento del ex embajador israelí en Bielorrusia, Zeev Ben Arié, como nuevo jefe de la misión diplomática en Letonia.

La Fiscalía había incluido en la acusación el cardo de presunta conducta inmoral debido al testimonio del ex viceministro de Exteriores israelí, Danny Ayalón, que, según informaron los medios, se había convirtido en un testigo clave en el juicio.

De acuerdo con los jueces, Liberman «no inició el evento ni era consciente de la gravedad de las circunstancias».

«El acusado fue sorprendido por la información, y el material de la misma llegó a él por ser responsable de la cancillería», señalaron.

Los magistrados agregaron que no existió abuso de poder en el nombramiento de Ben Arié como embajador de Israel en Letonia. La corte calificó la designación de «natural y adecuada sin que necesite la ayuda de la parte demandada».

Acerca del testimonio de Ayalón, el tribunal dictaminó que se trataba de «una versión única, con varias dificultades, y es imposible basarse en ella para condenar al acusado. Desde el punto de vista legal,el acusado actuó incorrectamente al no informar a la Comisión de Nombramientos acerca de los hechos de Ben Arié, y también cuando llevó su designación al Comité Ministerial del Gobierno, pero ello no prueba que existieron contradicciones de intereses ni acciones que puedan considerarse delictivas», afirmaron.

Luego de la lectura de la sentencia, Liberman agradeció al tribunal, a su familia, a sus amigos, a sus abogados y a las miles de personas que le mostraron su apoyo en los últimos días, y se disculpó ante ellas por no haber podido responder a los augurios.

El ex canciller agregó que «este capítulo que duró 17 años quedó atrás y ahora emprenderé otro que me espera y que tiene importantes desafíos».

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