Un tribunal israelí condenó a penas de prisión a seis ciudadanos árabes israelíes por la muerte a manos de una turba en 2005 de un terrorista judío que asesinó a cuatro personas a bordo de un autobús en su localidad.

Ninguno de los seis hombres, procedentes de la localidad de Shfaram, en el norte de Israel, fue condenado por provocar directamente la muerte de Eden Natán-Zaada, un desertor del Ejército de 19 años y colono de ultraderecha en Cisjordania. Todos ellos fueron condenados por delitos menores junto con un séptimo imputado, que recibió una pena de cárcel suspendida.

El abogado de la defensa, Siry Khourieh, argumentó durante el juicio que la sentencia era injusta, ya que los hombres «actuaron en legítima defensa».

«Los árabes israelíes son procesados raras veces por matar a un asaltante en el lugar de un incidente», defendió Khourieh.

El Tribunal de Distrito de Haifa condenó a tres de los hombres a 24 meses de cárcel y a otros tres a entre 11 y 20 meses. Decenas de residentes de Shfaram se manifestaron delante de la corte para apoyar a los siete imputados.

Vestido con un uniforme militar y con una kipá, Natán-Zaada abrió fuego a bordo de un autobús en Shfaram, asesinando a siete árabes e hiriendo a otros 22 civiles, todos ellos, salvo 7, árabes. A continuación, los residentes enfurecidos mataron a Natán-Zaada en el lugar de los hechos mientras la Policía intentaba intervenir.

Responsables de seguridad señalaron después que el hombre confiaba aparentemente en desencadenar una ola de violencia sectaria para tratar de evitar la desconexión de Israel de la Franja de Gaza, que culminó semanas después.

El pasado 29 de julio, el tribunal había condenado a cuatro de los hombres por intento de homicidio, a dos por asalto agravado y al séptimo por asalto y obstrucción a un oficial de Policía.

Durante el juicio se supo que Natán-Zaada ya estaba controlado, desarmado y esposado por la Policía tras su ataque cuando una turba se apoderó de él, pisoteándole y apedreándole hasta causar su muerte.

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