El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, convocó a los embajadores de España, Reino Unido, Francia e Italia en respuesta a una medida similar adoptada la semana pasada por estos países a consecuencia del anunció de Israel de que ampliará los asentamientos.
Según informó el diario «The Jerusalem Post», Liberman protestó por lo que considera una posición partidista, y argumentó que posicionarse a favor de una de las dos partes en el conflicto israelí-palestino es «inaceptable».
«Israel hace esfuerzos para que el diálogo con los palestinos continúe y la postura que estos Estados están tomando, más allá de ser sesgada y desequilibrada, daña significativamente las posibilidades de alcanzar un acuerdo», afirmó.
Además de este argumento, el canciller israelí señaló que gran parte del Gobierno hebreo, con el primer ministro Binyamín Netanyahu a la cabeza, creen que «Europa sólo busca una plataforma para criticar a Israel».
Durante un acto organizado hace tres días por la Oficina Estatal de Prensa, Netanyahu también criticó con dureza a los países de la Unión Europea, los acusó de deslealtad a Israel y les conminó a acabar con lo que denominó «hipocresía».
En un tono rudo y beligerante, el jefe del Gobierno israelí afirmó que resultaba «hipócrita que los europeos protestaran por la construcción de unas pocas viviendas» y no condenaran lo que denominó, sin especificar, como «provocaciones palestinas».
«¿Cuándo llamó la Unión Europea a los embajadores palestinos para quejarse de la incitación palestina a la destrucción del Estado de Israel?», preguntó.
Netanyahu aseguró, asimismo, que en su opinión este tipo de gestos ponen en peligro los esfuerzos para alcanzar un acuerdo porque «les da a entender a los palestinos que pueden involucrarse con la incitación y el terror y no ser responsabilizados».
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