El primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, aseguró desde Davos, donde intervino en el Foro Económico Anual, que su Gobierno no desalojará ninguna localidad más, ni expulsará a ningún israelí de su casa.

Netanyahu apuntó, además, que Estados Unidos no le propuso nada parecido a un posible acuerdo de paz entre israelíes y palestinos; no obstante, «los líderes norteamericanos están hablando de una propuesta para el marco de las negociaciones».

En este sentido, cabe mencionar que Netanyahu y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, mantuvieron un encuentro de media hora en Davos, al margen del Foro, en el cual abordaron la marcha de las tratativas entre Israel y la Autoridad Palestina (AP).

Sin embargo, la AP enfatizó que en el proceso de paz sólo se aceptará la creación de un Estado independiente dentro de las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días, en 1967, con Jerusalén Este como su capital.

Por su parte, la ministra israelí de Justicia y responsable de las negociaciones con la Autoridad Palestina, Tzipi Livni, afirmó desde Davos en una entrevista con el Canal 2 hebreo, que no cree que las actuales tratativas con la AP sean la «última oportunidad», pero que es consciente de que «tanto los ciudadanos como los líderes de los dos pueblos entienden que ahora mismo existe una oportunidad y que la implicación de Estados Unidos en el proceso es crucial y esencial».

Según Livni, un acuerdo con los palestinos es «vital para la democracia israelí».

La ministra hebrea definió al presidente de la AP, Mahmud Abbás (Abu Mazen) como «una persona dispuesta a alcanzar la paz, que tiene el derecho a firmar un acuerdo por ser el representante legal de los palestinos y el presidente de la OLP».

Livni agregó que «un día después de llegar a un acuerdo, Hamás tendrá que tomar sus propias decisiones y resolver si lo acepta o no. Pero la persona que representa a los palestinos es Abu Mazen porque ve el conflicto desde una perspectiva nacional, no religiosa, y los conflictos nacionales tienen solución».

La dirigente israelí se manifestó convencida de que en caso de llegar a un acuerdo con la AP, éste recibirá el apoyo del 65% de los israelíes.

«Todos quieren vivir en paz, pero piensan que no se puede llegar a ella, que no hay voluntad por parte de los palestinos. Esto afecta al futuro de nuestros hijos y de su generación. Es necesario un liderazgo capaz de llegar a un acuerdo que represente los intereses israelíes y también los palestinos. Podemos transformar nuestro futuro con unas fronteras que sean aceptables para nosotros, para los palestinos, para el mundo árabe y para la comunidad internacional», señaló.

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