El Gobierno israelí aprobó una propuesta de ley para enseñar en las escuelas el concepto de que Israel es un Estado judío y rechazó otra que aspiraba extender la ley israelí a los asentamientos en Cisjordania para anexarlos.

La aprobación llega en un momento de las negociaciones que promueve el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en el que se destaca la insistencia israelí de incluir entre las cláusulas del acuerdo el reconocimiento de Israel como Estado nación del pueblo judío.

Un requisito al que se opone la Autoridad Palestina, que recuerda que nunca fue condición para firmar tratados de paz con otros países árabes, como Egipto y Jordania.

La propuesta fue presentada por Shimón Ohaión, diputado del partido Likud Beitenu, quien argumentó que uno de los objetivos de la educación estatal debe ser «fortalecer la idea de que el Estado de Israel es el Estado de la nación judía».

«Llegó el momento de decirlo claramente y educar a estas y a las futuras generaciones en la idea de que el Estado de Israel es el país del pueblo judío, con el que soñamos durante más de 2000 años», afirmó.

«Tuvimos el privilegio de que ver este sueño hecho realidad y que sólo le pertenezca a los judíos. Todos los habitantes tendrán derechos plenos, pero es el Astado del pueblo judío», agregó.

El proyecto, que fue aprobado para una lectura preliminar y aún necesita de un largo camino para llegar al Parlamento y ser aceptado definitivamente, se encontró con reticencias de algunos ministros de centro, temerosos de que menoscabe lo que consideran valores democráticos de la educación israelí.

A este respecto, el diario «The Jerusalem Post» informó que el comité legislativo del Gobierno esperará un informe encargado a la profesora Ruth Gavison por la ministra de Justicia, Tzipi Livni, sobre el equilibro de los conceptos «judaísmo» y «democracia».

Por otra parte, el comité legislativo del Gobierno rechazó una propuesta de la diputada Miri Regev, también miembro de Likud Beitenu, que pretendía garantizar la futura anexión a Israel de asentamientos judíos en Cisjordania.

Titulada «Aplicación de la ley israelí en todos los asentamientos de los territorios de Judea y Samaria», la proposición pretendía que las colonias, unas 200, así como sus accesos desde Israel, quedaran bajo plena jurisdicción israelí y no bajo régimen militar como hasta ahora.

Regev argumentó que la Autoridad Palestina pretende declarar un Estado independiente de forma unilateral y pedir el reconocimiento internacional, por lo que con este proyecto «Israel podrá desvincularse de sus responsabilidades en Cisjordania y, a la vez, no descuidar sus responsabilidades en los lugares de mayoría judía».

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