Los Gobiernos de Israel y Alemania celebran hoy su cumbre anual bilateral, con la que comienzan a conmemorar el cincuentenario de sus relaciones diplomáticas establecidas diez años después del Holocausto.
Encabezados por el primer ministro, Binyamín Netanyahu, y por la canciller, Ángela Merkel, ambos Ejecutivos firmarán acuerdos bilaterales para relanzar la cooperación, y abordarán cuestiones como las negociaciones con la Autoridad Palestina (AP) y el programa nuclear de Irán.
«Hablaremos de las vías para impedir que Irán pueda construir armas nucleares. Es el principal reto a la seguridad del mundo», afirmó Netanyahu al recibir a Merkel para una cena de trabajo.
Sobre las tratativas con la AP, el mandatario hebreo aseguró públicamente a su invitada que «el pueblo de Israel desea la paz, una paz que ponga fin al conflicto, que lleve a los palestinos a reconocer un Estado judío y uno que tenga los medios necesarios para defenderse».
Merkel, que en los últimos años expresó duras críticas a Netanyahu por la construcción en los asentamientos judíos en Cisjordania, reafirmó su apoyo a la solución de dos Estados y a los esfuerzos del secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
«Queremos ver progresos en esas negociaciones, y yo personalmente también lo quiero», aseveró.
La quinta cumbre germano-israelí abordará una amplia temática y la firma de una serie de acuerdos para fomentar las relaciones políticas, diplomáticas, educativas, culturales y económicas.
Según uno de ellos, las delegaciones diplomáticas alemanas en el mundo ofrecerán a Israel sus servicios en aquellos países donde no existe representación israelí.
Conforme a otro acuerdo, Alemania abrirá sus puertas a jóvenes israelíes que quieran pasar un año en su territorio para conocer su cultura, con un visado especial con posibilidad de trabajo en ciertas profesiones.
Otro de los aspectos de la cumbre se centrará en las celebraciones, de cara al año que viene, del cincuenta aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Federal Alemana e Israel, proceso que en su día estuvo acompañado de no poca polémica por la proximidad del Holocausto nazi y y el fuerte debate acerca de si el Estado judío debía aceptar o no indemnizaciones germanas por los crímenes cometidos.
En Israel fueron numerosos los ciudadanos que se opusieron a estas relaciones, alegando que Alemania compraba el perdón por el asesinato de seis millones de víctimas con millonarias compensaciones.
Cincuenta años después, Berlín es el segundo aliado de Israel en el mundo, sólo después de Estados Unidos, y su primer apoyo político en el continente europeo.
«Estas cinco décadas que unen a nuestros países prueban que Alemania trabaja codo a codo con Israel para asegurar su futuro», destacó Merkel frente a los planteamientos de seguridad que le hizo Netanyahu.
Además del encuentro entre sus respectivos Gobiernos, uno de los actos más simbólicos será la condecoración que el presidente israelí, Shimón Peres, impondrá hoy a la canciller por «su inquebrantable compromiso a la seguridad de Israel y la lucha contra el antisemitismo y el racismo».
En los últimos años Berlín financió parcialmente y construyó para Israel cuatro submarinos Dolphin, y se espera la entrega en el futuro de otros dos.
Según la presidenta de la cámara bilateral de industria y comercio, Grisha Alroi-Arloser, Alemania es además el tercer socio comercial de Israel en el mundo, y se opone tajantemente a cualquier forma de boicot como medida de presión en el proceso de paz.
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