El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, anunció hoy lunes que rompía su alianza con el partido Likud del primer ministro Binyamín Netanyahu, aunque continuará liderando su partido, Israel Beiteinu y no abandonará el Gobierno.

Netanyahu se había comprometido a «hacer lo necesario para recuperar la calma y la seguridad» en el sur de Israel. Pero instó a los ministros de su Gobierno a abstenerse de declaraciones incendiarias para evitar una confrontación generalizada.

«La experiencia nos demuestra que, en momentos como éste, debemos actuar de forma responsable y con la cabeza fría para abstenernos de declaraciones duras e impetuosas», declaró Netanyahu a su Ejecutivo.

Esta línea prudente generó divergencias en el seno de la coalición, especialmente con Liberman, que durante una visita a Sderot se pronunció abiertamente a favor de una amplia acción militar israelí en Gaza.

Tras días de reproches cruzados por la gestión del Gobierno a los últimos disparos de cohetes desde la Franja de Gaza, Liberman compareció para desmarcarse del Likud, con quien compartió años de tensiones en el seno del Ejecutivo.

La división quedó patente en la última reunión de ministros, en la que Liberman volvió a reclamar a Netanyahu una operación a gran escala en Gaza. El primer ministro tachó a su canciller de «irresponsable» y reclamó el fin de las declaraciones «incendiarias».

«Los desacuerdos entre el primer ministro y yo son fundamentales y no permiten una asociación futura», explicó Liberman en rueda de prensa.

«La alianza no funcionó durante las elecciones, no funcionó tras las elecciones y a fecha de hoy hay unas cuantas cuestiones técnicas. Cuando las cuestiones técnicas se vuelven fundamentales, no tiene sentido continuar», añadió.

El ministro dejó claro que el fin de la alianza entre los dos partidos no significa la salida de su formación de la coalición de Gobierno, por lo que sus ministros mantendrán las carteras que ocupan.

Desde el Likud, valoraron la decisión de Liberman resaltando que éste «necesita rehabilitar sus malos resultados en las encuestas y tiene que distanciarse de Netanyahu para recuperar su popularidad».

Según el diario «Haaretz», Netanyahu y Liberman mantuvieron este domingo un acalorado cruce de acusaciones durante la reunión del Gobierno. El primer ministro pidió al inicio de la misma mantener la «cabeza fría» en la respuesta al asesinato de los tres jóvenes judíos, después de que tanto Liberman como el ministro de Economía, Naftali Bennett, exigieron una operación a gran escala en Gaza.

Ya sin los fotógrafos presentes, Netanyahu les advirtió de que criticarle a él y al Gobierno en público es «irresponsable».

Liberman le replicó recordándole que él prometió «dar un duro revés a Hamás pero no pasa nada y siguen disparando contra los ciudadanos».

«Primero debería venir a la reunión del Gabinete y luego hablar en los medios de comunicación sobre políticas», le replicó enfurecido Netanyahu.

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