El embajador de Siria en Naciones Unidas, Bashar Jaafari, calificó como "declaración de guerra" al borrador de resolución promovido por países europeos y árabes en la Asamblea General de la ONU para condenar la violenta represión en las manifestaciones antigubernamentales en ese país.
A través de este texto se exige que terminen de forma inmediata la violencia y las violaciones de los derechos humanos. En la misma línea, se exige al Gobierno de Bashar Asad que respete el acuerdo suscrito con la liga Árabe para cesar las acciones militares contra la población civil y permitir la entrada de observadores internacionales al país.
El documento "condena firmemente las graves, continuadas y sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos por parte de las autoridad se sirias". También se denuncian "las ejecuciones y detenciones arbitrarias, las torturas a los detenidos, las desapariciones forzosas, el excesivo uso de la fuerza y el asesinato y la persecución de manifestantes y activistas".
El borrador, presentado por Reunido, Francia y Alemania a la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea General de la ONU, ha sido respaldado por seis árabes (Jordania, Marruecos, Kuwait, Qatar, Bahrein y Arabia Saudí), entre otros 61 países de los 193 que constituyen el pleno.