La Liga Árabe aprobó un paquete de sanciones contra Siria comenzando por la congelación de los activos sirios en los países árabes relacionados con el presidente Bashar al-Assad, la ruptura de las relaciones con el Banco Central de Siria y la paralización de las inversiones árabes en dicho país.
Las sanciones, que enterarán en vigor inmediatamente, fueron aprobadas en la reunión que mantuvo en El Cairo el Consejo de Ministros de finanzas de los países árabes.
Junto al castigo económico, refrendado con los votos de 19 de los 22 países miembros, la Liga también emitió restricciones de viaje contra altos funcionarios sirios.
La decisión de imponer medidas sancionadoras se produce en respuesta a la violencia perpetrada por las fuerzas de seguridad del presidente Assad contra la población y a la negativa del gobierno de Damasco de permitir la entrada de observadores internacionales en su territorio.