El primer ministro británico, David Cameron, descartó que entre las opciones que se barajan para presionar al Gobierno sirio a acabar con la violencia figure la intervención militar, aunque sí apuntó que hay que seguir estrechando el cerco sobre Damasco «de todas las formas» posibles.
Cameron se mostró reticente a hacer predicciones sobre el futuro de Siria, negándose a confirmar si prevé una futura salida del poder del presidente, Bashar al-Assad, algo que no obstante sí quiere que ocurra.
En una entrevista a la cadena estadounidense CNN, el mandatario británico aclaró que el caso sirio «no es igual que el de Libia».
«No deberíamos fingir que lo es», añadió, en un mensaje con el que rechazó una intervención como la que coordinó la OTAN sobre el país norteafricano.
«Creo que lo que deberíamos estar haciendo es estrechar el cerco de todas las formas que podamos, desarrollando y trabajando con la oposición por supuesto, y trabajando con la Liga Árabe», afirmó Cameron.
El jefe del Gobierno aseguró que «nadie está hablando de una intervención militar».